Cuando me desperté a la mañana siguiente no veía nada porque la habitación estaba sumida en una completa oscuridad. Me levanté con esfuerzo, tenía los músculos entumecidos. Intenté hacer memoria de la noche anterior mientras estaba sentado en la cama. Conseguí recordar el accidente de Amanda y que volví al edificio después de haber hablado con Ciara. Hasta ahí todo bien. Me levanté y abrí un poco la persiana por la cual se colaron unos rayos de Sol directos a mis ojos. Era temprano, debían de ser las siete y media o poco más. Fui al baño a lavarme la cara y me miré en el espejo donde me encontré con un rostro desconocido, pálido y con ojeras. Estaba muerto.
-Genial, que guapo soy- le dije a mi reflejo sarcásticamente
Me volví y me tiré boca abajo en la cama. Sentí un crujido proveniente del cuello. ¿Qué más iba a pasar? No se cuanto tiempo pude estar allí tumbado pero pude recordar bastantes cosas de la noche anterior. Después de ducharme estuve tocando la guitarra mientras Ivan se dama una ducha ``rápida´´. Estaba inspirado y conseguí los primeros acordes de una nueva canción que sonaba bastante bien, aunque no llegué a más de eso. Me salí a darme una vuelta para ver las actividades de esa noche y me encontré con el resto de chicos que forman la banda a la que pertenece Alex. Resulta que esa noche iban a tocar un par de canciones para empezar con las actividades, mientras nos reuníamos todos en la sala principal. No se bien lo que hicimos, pero era algo de interpretación, fingir que eramos superheroes y villanos y luchar con expresión corporal. La verdad es que no me acuerdo muy bien pero como estas actividades se suelen grabar en vídeo, no me preocupé mucho. También recordé que Amanda participó, con el brazo en cabestrillo, pero participó. Es el tipo de persona que no deja de hacer cosas aunque se disloque un hombro
-¡Oliver!- oí la voz de Ivan mientras me caía una almohada en cima
-¡Qué!
-Llevo media hora llamándote
-¿Qué dices? Si me acabo de tumbar
-Sí, hace más de hora y media
-Pero si no serán mas de las ocho
-No de las ocho no, son las nueve y veinte
Me incorporé y miré el reloj de bolsillo que tenía sobre la mesita
-Pero si... no puede ser
-Anda vamos, dúchate o algo y nos vamos a desayunar
-Pf! Puedes ir tirando tu, en seguida voy
Me volví a mirar en el espejo del baño y reconocí mi cara
-¡Anda por fin! Ya por lo menos... no soy un monstruo
Llegué al comedor quince minutos después de que se fuese Ivan y los pillé al principio de la cola. Dudé entre irme con ellos o irme al final. Cuando decidí darme la vuelta para buscar el final de la cola, unas manos me cogieron por los hombros y me empujaron hasta donde estaban mis amigos.
-¡No seas tonto! No creo que a la gente le importe uno más- me dijo la cabeza de Ciara que apareció por mi derecha. Aún así, les pedí permiso a los que estaban detrás y me hicieron un hueco.
-¿Como te va manquita?- dije mientras ponía mi bandeja entre la de Amanda y la de Alex
-Nada mal la verdad, pero es un fastidio no poder usar el brazo
-Eh colón!- dijo con burla Alex- ¿Tu qué? Vienes el último y te pones delante mía así sin más, ni siquiera me has dicho si te gustó como tocamos anoche
-Estuvo muy bien- no es que le mintiese, pero es que no me acordaba de qué habían tocado
Le cogí la bandeja a Amanda para llevársela a la mesa y nos sentamos en nuestra distribución habitual.
-Mira pero si tienes chófer para la bandeja y todo- dijo Ivan
-No te quejaras, ¿eh? Que por lo menos yo te llevo la bandeja no como estos
-¡Si es que eres más bueno!- dijo Amanda mientras me estrujaba los mofletes con su mano libre- Ya me ha dicho Ciara que la vas a ayudar un poco mientras yo esté de baja, ¿te importa que esté delante?
-Para nada
-Aunque me hubieses dicho que no os iba a ver igualmente- me sacó la lengua
-¿Qué te parece esta tarde alas siete?- pregunté dirigiéndome a Ciara
-A mi me viene bien siempre, ¿se lo has dicho ya a tu aprendiz?
-Pues creo que no
-¿Como dijiste que se llamaba?- se metió Amanda mientras mordía una tostada
-Luis
-Luis qué más- me miraba como una loca, con los ojos como platos
-Luis... Ortega, creo pero no estoy...-antes de poder acabar la frase la penetrante voz de Amanda resonó por todo el comedor dejándonos a los de la mesa sordos. Se escuchó un cubierto caer y vi que un par de mesas más allá se levantaba el llamado. Amanza hizo lo mismo y levanto el brazo para señalarlo con el dedo
-¿Eres tu?- Luis afirmó con la cabeza atónito- Ven, aquí hay un sitio para ti
Se acercó un poco indeciso hasta que me vio en la mesa. Yo creo que ni me hubiera levantado si me llamasen de esa manera. Se sentó en la silla libre y estuve contándole lo que era.
-Vale, pf! ¡Me habías asustado!
-Pero has tenido unos segundo de fama- Amanda le puso una mueca pues sabía que eso no se le podía rebatir. Al final resultó que se llevaban muy bien y durante el resto del desayuno se estuvieron picando mutuamente haciéndonos el vacío a lo demás.