domingo, 9 de diciembre de 2012

XXIII

-¿Para qué se supone que nos dan dos llaves?- dije mientras abría la puerta y me encontraba con mi guitarra en la mano de Ciara- Oh, eres tu
-Pareces decepcionado
-Me apetecía pelearme con Iván por no llevarse la llave- bromeé- ¿Qué haces aquí?
-¿Tu qué crees?- dijo levantando la guitarra
-Podrías habérmela traído mañana
-Es que no he venido a traértela. ¿Te crees que me he olvidado de que me tenías que tocar una canción? MI canción- nótese el énfasis que puso en el mi
-No lo dirás en serio, ¿no?
   Parecía que sí, porque antes de que terminase la frase ya había entrado en mi habitación y sentado en la butaca
-¡Venga que tengo sueño!- y encima se cachondeaba de mi
-Bueno... pero solo porque el brownie estaba muy bueno. La canción se llama Lady Zombie...- y la toqué
    Para lo cansado que estaba salió bastante decente y fue todo un logro porque el día se me había hecho realmente largo, casi como un mes. La reacción que tuvo esta vez me desconcertó un poco porque, sin decir nada, se acercó a mi, se inclinó y me dio un abrazo. Me resultó extraño porque además de estar la guitarra por medio, no llevaba camiseta para dormir (no soporto el calor). Después me soltó y se percató de que su cuaderno estaba en la mesa
-¡Eh! ¿Qué haces tu con esto? Lo he estado buscando como una loca. No lo habrás abierto ¿verdad?
-¡No, no! Se te cayó antes de salir de la habitación
-Mmm, cierto, aunque si no recuerdo mal fue culpa tuya- dijo entornando los ojos- pero...¿ lo has abierto?
-Pues, la verdad es que me sentí tentado, pero no he tenido tiempo y además, tenía demasiado sueño
-Hmm, espero poder fiarme de ti
   Entonces se retiró unos pasos de mi, abrió el cuaderno y arrancó una página. Acto seguido la dobló y la metió en un sobre verde que llevaba en el bolsillo trasero del pantalón.
-Supongo que será una estupidez que lo cierre porque lo abrirás ahora mismo, así que toma- dijo tendiéndome el sobre
   En cuanto lo cogí salió disparada hacia la puerta, no tardó ni un segundo en cruzar toda la habitación
-¡Espera!- me apresuré a decirle- ¿no me vas a decir qué te ha parecido la canción?
  Hizo un leve gesto de sorpresa levantando las cejas, pero no se dignó a contestarme, solo sonrió ligeramente y me dijo
-Feliz cumpleaños chico zombie
-Un poquito rara si que es. dije en voz baja, aunque ella no lo hubiera escuchado ya porque había cerrado la puerta- en fin...
   Saqué el papel del sobre y antes de desdoblarlo me imaginé de qué se podría tratar. ¿Un poema? ¿Una carta? ¿Un...? No aguanté más y lo desplegué. Sentí como se me abrían cada vez más los ojos y como se dibujaba una mueca en mi cara antes de empezar a reirme a carcajada. Era un dibujo manga de mi sentado en la cama con la guitarra. Así que por esta estaba tan concentrada cuando terminé la canción. A pie de página había escrito
''No se como te las apañas, pero con lo torpe que eres para algunas cosas te haces querer. eibmoZ .rM sedadicileF''
  Tal cual, con lo último al revés y todo. A decir verdad, fue un cumpleaños bastante divertido. Es difícil olvidar que tus amigos finjan que no se acuerdan de tu cumpleaños en todo el día, que te dejan encerrado en una habitación y que luego te encuentres con una fiesta sorpresa que se supone que habías organizado tu para otra persona, pero resulta que es para ti.

viernes, 30 de noviembre de 2012

XXII

     Perdí la noción del tiempo, no sabía sí había pasado una hora o diez minutos, pero acabé la canción en poco tiempo. Alcé la vista y vi que Ciara estaba muy concentrada en lo suyo, ni siquiera se dio cuenta de que yo ya había acabado y que la estaba mirando. Podría habérselo dicho o haber esperado a que terminase ella también pero, por alguna extraña razón me apetecía chincharla en poco, así que toqué muy fuerte todas las cuerdas de la guitarra. Se pegó un susto que hizo que su cuaderno saliera volando. Luego puso cara de pez globo y yo me eché a reir.
-Anda vamos, necesito salir de aquí- fue un acto reflejo levantarme con la guitarra en una mano y con la otra coger su muñeca y tirar de ella. Se me están pegando las cosas de Amanda.
-¿A donde vamos?- dijo ella cerrando la puerto como pudo porque ni siquiera me paré para eso
-Pues a donde sea, pero llevo demasiado rato en la habitación y necesito salir a despejarme
-¿Con la guitarra en la mano?
-Ermm... sí
-¿Por qué no nos quedamos? ¿Vas a tocar en mitad de todo el mundo?
-¿Qué? No, ya buscaremos un sitio en el que no haya mucha gente- la llevaba casi corriendo
-¡En tu habitación no había nadie!
Pues así andábamos, yo intentando llevarla a su fiesta sorpresa y ella reacia a ello, pero por fin a base de muchos tirones llegamos a la puerta del salón grande y nos paramos.
-¿Le parece un buen lugar a su majestad?
-Bueno, supongo... ¿me dejas la guitarra?
-¿Para qué?- no la entiendo, salta de vez en cuando con cosas que no vienen a cuento y se queda tan tranquila
   No me respondió, solo me la arrancó de la mano y me empujó contra la puerta (menos mal que es de las que se abren empujando y no tienes que girar el pomo). Y allí estaban todos gritando sorpresa, con una pancarta gigante que no sabía como la habían conseguido, pero allí estaba. Rápidamente me giré para mirar a Ciara
-¡Sorpresa!- dije abriendo los brazos
  Ella estaba absorta mirando la pancarta y me dijo con un gesto divertido
-¿Sorpresa? Soy yo la que te debería de decir eso
-¿Qué?
-¡Pf!- con la mano que le quedaba libre me giró por un hombro y me señaló la pancarta en la cual se podía leer ''Feliz cumpleaños Óliver''
   Me quedé muerto, no literalmente claro. Tenía la boca desencajada y los ojos se me iban a salir salir cuando de entre la multitud salieron Iván y Amanda
-¡Ja! ¿Creías que nos habíamos olvidado de tu cumpleaños?- dijo esta última
-¡Que somos unos buenos amigos hombre!
-... ¡Tios! Pero si esto no tendría que ser para mi, tendría que ser para Ciara
-Ya, ya, pero es que la cagaste cuando te convertiste en zombie en mi cuarto- además de echármelo en cara, Amanda me revolvió el pelo
-Además, admitámoslo, era una chorrada hacerle una fiesta por haberse convertido en un zombie. Y cuando me lo dijiste ya te estaba preparando esto- maldito Iván, siempre se me adelanta
-Entonces...- me giré hacia la supuesta inocente- ¡tu lo sabias todo!
-Oye, que aunque sea rubia no soy tonta- me tendió un brownie con 19 velas clavadas
  Entonces empezó a sonar música en directo. El que faltaba, Alex con su grupo. Y así fue como fui engañado por todos mis amigos en mi cumpleaños, aunque claro, tampoco los iba a condenar por ello. Y bueno de la fiesta poco más que decir, una fiesta normal y corriente de cumpleaños, me regalaron un long nuevo y un sombrero que espero no perder. Estuvimos en el salón hasta que los monitores nos echaron diciendo que teníamos que dormir y todo eso. Quería quedarme para ayudar a recoger pero no me dejaron con la escusa de que era mi cumpleaños y que de todas formas iban a tardar poco. Yo insistí pero me echaron a empujones. La verdad es que estaba cansado de toda la actividad del día así que solo quería dormir. Dejé el long en el suelo y el sombrero en la percha, me puse unos pantalones cortos para dormir y procedí a tirarme en la cama. Pero algo captó mi atención mientras caía en peso muerto.
   Había algo en el suelo que no había visto nunca, bueno en realidad lo había visto un par de horas antes en las manos de Ciara. Se me vino a la mente la escena del cuaderno volando por mi habitación y yo sacándola de allí a toda prisa. Hice el último esfuerzo del día levantándome para coger el cuaderno. Dudé entre abrirlo, dejarlo sobre la mesa para dárselo al día siguiente o llevárselo en ese momento. Me decanté por la segunda opción y justo cuando iba a tirarme de nuevo alguien tocó a la puerta
-Arg... maldito Iván- gruñí


sábado, 24 de noviembre de 2012

XXI

-¡Guitarra!- eso no o tenía que decir en voz alta, pero bueno, tampoco importó
-¿Quieres una guitarra? ¡No voy a comprarte una guitarra!
-Ya, pero que me pases la guitarra- le dije señalandole la funda
-¡Uh! ¿Me vas a tocar la guitarra?- parecía que estaba hasta emocionada
-Bueno, si me la pasas sí
-¡Toma, toma!
    Bien, con eso había ganado un par de segundos, pero ahora tenía que cantar, y aunque ya podría considerarla como una amiga, la conocía desde hacía poco... a ver que tocaba yo ahora. Cogí la guitarra y me puse a hacer como que afinaba de oido, lo que fuese por tardar un poco. No pude demorar mucho más, ella estaba allí impaciente mirando como yo jugueteaba con las cuerdas tocando algunos acordes al azar. Bueno, yo solito me había metido en esto así que ahora tenía que cargar con las consecuencias. Y empecé a tocar una de mis canciones, concretamente una de las que toqué en aquel concierto que hice en modo zombie y me equivoqué un poco. Esta vez me salió perfecta, menos mal, sino iba a empezar a pensar que esa canción estaba maldita. Cuando terminé no dije nada, solo me quedé mirando como Ciara tenía la boca abierta y los ojos desorbitados. No reaccionaba así que agité la mano por delante de su cara.
-¡Eoo! Óliver llamando a Ciara- seguia sin reaccionar así que le di lo que yo llamo una caricia fuerte, o lo que es lo mismo, una bofetada flojita
-¡Ah! Oye... ¡qué ha sido eso?
-Una caricia fuerte- le guiñé un ojo
-No, no, lo de antes
-Mmm, un empanamiento por tu parte
-¡Ja! ¡Qué gracioso!- por fin reaccionaba un poco- no pero... es... es muy... ¿es tuya?
-Sí bueno, pero si no me dices el adjetivo que va detrás de ese ``es muy..´´ no se como tomarme tu empanamiento
-¡Ag! Que es muy.. ¡Guay!
-Oum, entonces gracias- y no ice nada más, solo me quedé con la guitarra cogida mientras ella me miraba como si esperase algo más
-...
-...
-¿No vas a tocar nada más?
-¿Qué quieres que toque?
-¿Qué puedes tocar?
-Casi cualquier cosa
-Um..- puso cara de estar tramando algo maligno- casi cualquier cosa ¿eh?
-Uyuyui.. miedo me das
-¿Puedes improvisar?
-Bueno, puedo intentarlo, pero no te prometo gran cosa
-Bueno, si te sale mal puedes decir que es porque estoy yo aquí y no te inspiro- lanzó una risita y me guiñó un ojo
-¡Eh! No, no, no, si le hago una cancion a alguien se la hago en condiciones
-¿Y de qué me la harias a mi?- dijo interesada
-Pues...¿a algo relacionado con lo zombies?
-Abrió mucho los ojos y entornó un poco la boca. Parece ser que le sorprendió pero hasta que no reaccionó unos segundos después abalanzándose sobre mi y cruzando las manos no me lo tomé como algo positivo
-¡Que guay! ¿Cuando la vas a hacer? ¿Como se va a llamar? ¿La harás en español o en inglés?
-¡Eeeh! Tranquila.. que no te quiero defraudar. Pues, lo único que te puedo responder ahora es que la haré en inglés
-Mmm vale- pareció conformarse con eso
-Puedo.. intentar componer ahora algo ¡PERO...! no puedes desconcentrarme
-Me parece bien, yo me quedo aquí sentada escribiendo sin hacer ruido
-Um, por cierto ¿qué escribes?
-Nada, nada, tu a lo tuyo y yo a lo mio...
    Mira tu por donde acababa de ganar todo el tiempo que necesitase, pero ahora me enfrentaba a un nuevo reto, tenía que escribir una canción sombre una chica zombie a contrareloj. Me voy superando. En realidad me resultó más fácil de lo que me había imaginado, es fácil cuando algo te resulta divertido y a veces parece que las canciones se escribien solas. Y esta canción empezaba con la nota sol que personalmente, es una de las que más me gustan.

sábado, 10 de noviembre de 2012

XX

-¿Una fiesta? ¿Para quien?- dijo Ciara que en ese momento estaba tumbada en la cama leyendo un libro sobre zombies.
-Hostia... - se le escapó a Amanda
-...- me quedé mudo
-¿Qué se celebra?- insistió Ciara
Amanda y yo nos miramos sin saber qué decir, pero ella rápidamente actuó
-Verás, veníamos a decirte que como este año hay mucha gente nueva, nos gustaría darles una bienvenida de una forma especial. Así que queremos hacer una fiesta sorpresa mañana por la noche.
Yo no sabía qué decir, y miraba a Amanda con cara de desesperación pues estaba complicando cada vez más la cosa.
-Pero yo también soy nueva
-Ya ya, pero tu eres diferente, parece que lleves aquí toda la vida. Además, necesitamos tu ayuda y tu buen gusto
-Está bien, ¿y con quien más contamos para organizar todo esto?
-Pues ahora íbamos a decírselo a Iván- hablé yo por fin
-Genial, os acompaño- dijo Ciara incorporándose
-¡NO!- dijimos al unísono Amanda y yo
-¿Por qué? ¿Qué pasa?
-Quiero decir, que sí, pero ahora no, mejor se lo digo yo porque se estará duchando y bueno... - me temblaba la voz, no se improvisar
-Ah, entonces yo tampoco voy- dijo Amanda cruzándose de brazos y mirándome porque la estaba empezando a cagar de verdad
-Emmm.. -dios, no sabía qué hacer, me empezaban a sudar las manos y veía borroso- oh oh...
      Y eso es lo último que recuerdo de la habitación de las chicas. Mi próximo recuerdo es estar mirando la lámpara del techo de la mio. Me incorporé y vi a Ciara en la butaca escribiendo en un cuaderno.
-¿Qué haces aquí?
-Cuidar de ti para que no te caigas por las escaleras o te tires por la ventana
-...¿Qué?- dije atónito
     Antes de contestarme se quedó quieta mirándome, luego anotó algo, cerró el cuaderno y se sentó como una persona normal en vez de como una contorsionista
-Veo que no te acuerdas de nada
-Pues no la verdad
-¿Recuerdas por lo menos que te transformaste en mi cuarto?
-Uf... es verdad. ¿Qué pasó luego?
-Hablé con Amanda- lo dijo muy seria. Muy muy seria, y eso me asustó- ya me lo ha contado todo
-¿Todo?- siempre la acabo liando
-Sí, todo. Se por qué Amanda tenía que hablar a solas con Iván- ¡maldita bocazas! Se podría haber inventado algo como hace siempre- ... y que tu ibas a mi cuarto a entretenerme
-¿A entretenerte?- vale... me perdí. ¿De qué estaba hablando? ¡Pero si yo la estaba evitando!
-Óliver, que ya lo se
-Entiendo...- mentira, ¿es que había perdido la memoria?- y... qué es exactamente lo que sabes?
-¡Puf! Estás atontado, ¿eh? ¿Siempre estás así cuando vuelves a ser humano? Amanda me ha dicho que le gusta Iván....- ¡¿Que qué?!-... y que lo de la fiesta solo era una escusa para poder hablar con él mientras tu me entretenías.
     Ya decía yo que era raro que Amanda no se hubiese inventado algo.
-¡Ah eso!- disimulé lo mejor que pude- ¿Y donde están ahora?
-Pues Amanda me dijo que iba a ir a buscarlo, y como tu estabas fuera de control me ofrecí para asegurarme de que no salías de aquí
   Mentiras, descontrol y zombies para hacer una fiesta sorpresa. Me lo monto bien ¿verdad?
-¿Y cuanto rato llevo aquí?- intentaba ver si les había dado tiempo a preparar ya la fiesta
-Mmm, no estoy segura, hora y media... dos horas. Yo creo que ya lo habrán hablado todo, ¿no?
-¡No! No los conoces... se enrollan mucho hablando, mejor nos quedamos aquí un rato más para no molestarlos
-Bueno, tu eres el que los conoce...
    Se hizo un silencio y yo respiré aliviado porque por fin algo salia como tenia que salir. Por lo menos ella misma se ofreció para no salir de aquí durante un par de horas.
-Oye, ¿ y por qué habéis montado este follón si se trataba de una cosa tan simple?
    ¡Porras! Justo cuando creía que ya estaba todo resuelto
-Pues porque... porque no es... no es del todo cierto - ¿¡QUÉ!?
-¿Qué?
-Emm, sí, verás decirte algo- soy... idiota, no se improvisar
-¿A mi? ¿Sobre lo de ser zombie?
-No... quiero decir sí- ojala hubiese otro yo para pegarme una colleja en estas situaciones
-¿No o sí?
-Sí, sí, pero...- no sabía qué hacer, me puse a mirar rápidamente por todo la habitación con la esperanza de encontrar un agujero negro que me tragase. Pero me encontré con algo mejor.

miércoles, 31 de octubre de 2012

XIX

      Amanda, Amanda, Amanda, ¡ahí! ¡Ah, no! Vaya, ¿donde se habría metido Amanda? Cuando la necesitas desaparece y cuando no es omnisciente. Después de un rato buscándola sin éxito, me paré para pensar donde podía estar. Es aficionada al teatro así que podría estar con algún grupo de chicos montando una obra en el salón. Si después de buscarla no aparecía seguro que estaba allí, pero si estaba allí, también estaría Ciara. De todas formas iban a estar juntas la buscase cuando la buscase así que mejor hacerlo cuanto antes (no tenía mucho tiempo). Eché otra vez a correr para salir del patio interior y cruzar por recepción, justo al girar en l puerta me encontré por ella, bueno mejor dicho, me choqué con ella.
-¿Pero es que no tienes cerebro o qué te pasa?- dijo Amanda visiblemente molesta, le acababa de tirar la coca-cola por en cima.
-Emm... no, ya lo sabes. Oye, ¿donde esta Ciara?
-Yo que se, no estoy siempre con ella.
-¿Ah, no?- ¿Ah, no? ¡Perfecto!- Bien, tengo que hablar a solas contigo.
-T yo tengo que cambiarme de ropa, vamos a mi habitación
-Uuuh... que directa- bromeé levantando una ceja
-¡Arg! Idiota
-Pero vamos rápido, Ciara no nos puede ver hablar juntos.
Teníamos que recorrer todo el edificio lleno de gente haciendo actividades, esquivando a Ciara , pero lo peor de todo es que no sabíamos donde estaba ¿como te escondes de alguien que no sabes donde está? Lo único que se nos ocurrió fue escondernos de todo el mundo. Creo que si hubiese cámaras de vigilancia y pudiese haberme visto intentando llegar a la habitación de Amanda sin que me viese nadie, habría sentido tanta vergüenza de mi mismo que habría deseado morir. Nos escondimos detrás de las columnas y plantas mientras los chicos pasaban a nuestro lado y se giraban para mirarlo. Conseguimos llegar a la puerta de la habitación sin ser vistos por Ciara.
-Bueno ya estamos a salvo, ¿qué querías decir?- dijo Amanda intrigada mientras buscaba la llave en su bolsillo
-A ver, sabes que Ciara ahora es como yo ¿no? Pues he pensado que le gustaría encontrarse con una sorpresa.
-¿A qué te refieres?- preguntó mientras abría la puerta y entraba
-Pues a una fiesta sorpresa- dije yo mientras entraba detrás de ella y enmudecía un segundo después.

sábado, 6 de octubre de 2012

XVIII

       Bueno prácticamente esa es la historia de como conocí a una zombie. Ahora lo que toca contar es como se enseñé a una persona normal vivir como una persona peculiar. El día de su muerte tenía que ser un día especial que recordase siempre, sería como un segundo nacimiento (por llamarlo de alguna manera porque en vez de vivir, ahora estaba medio muerta pero bueno). A lo que iba, que después de contarle toda la historia se me ocurrió que le podría organizar una especie de fiesta para darle la bienvenida a mi limbo. Pero había un problema, y es que no soy precisamente un organizador de eventos, con la cabeza que tengo seguro que se me olvidarían millones de detalles y estando de vacaciones, digamos que no me gusta estresarme y me tomo las cosas con paciencia. Yo no era la persona indicada para organizar una gran fiesta, pero conocía a las personas que si la podrían hacer. Tenía que hablar con Iván y con Amanda, con Iván sería fácil pero teniendo en cuenta que Ciara estaba siempre con Amanda... iba a ser un poco más complicado decírselo a ella. Bueno ya pensaría en algo, tenía una tarea pendiente y no tenía todo el tiempo del mundo
-Bueno chicas, luego nos vemos que tengo que hacer una cosa- le dije después de salir de mi empanamiento
-No te puedes ir ahora, tienes que enseñarme muchas cosas- dijo Ciara con cierta cara de preocupación
-¡Bah! Déjalo que se vaya ha hacer sus cosas, total, tampoco te vas a morir
       Y eché a correr hacia el edificio. Tenía que entregar la foto que le hice a Ciara para el concurso de fotografía. Probablemente le tendría que haber preguntado a ella si le parecía bien que la presentase, pero no podía arriesgarme a que me dijese que no. Llegué justo a tiempo para que me dijesen que ya habían cerrado el plazo de entrega, pero usando mis artimañas y mis encantos de zombie (a la chica que estaba archivando las fotografías le daba especial grima que me convirtiese) conseguí que me aceptaran en el concurso. Al salir del despacho me paré un minuto para organizar mis idea. Tenía que encontrar a Iván, convencerlo para organizar una fiesta (en realidad no sería muy difícil), cazar a Amanda un rato que estuviese sola para no levantar sospechas y un par de cosas más. Y todo eso lo tenía que hacer antes de que acabase el día, sino no tendría sentido hacer la fiesta. Ya lo tenía claro, y me puse otra vez a correr pero en dirección a mi habitación. A lo mejor os preguntareis por qué tengo esa manía de correr, pero es que como nunca se cuando me voy a convertir prefiero hacer las cosas rápido en forma humana que ir tranquilamente, podría transformarme y no enterarme de lo que haría luego. Pues eso, que abrí la puerta y entre en la habitación, allí me encontré en la cama a Alex absorto con la guitarra.
-Ui, perdona, me he equivocado. Que cabeza tengo, voy entrando en las habitaciones de la gente como Pedro por su casa
-Es que... esta es tu ``casa´´
-¿Ah si?
-Dios, pero que te pasa, ¡que tengo tu guitarra!
-Ay, bueno da igual, ¿Donde esta Iván?
-¡Aquí!- dijo Iván saliendo de debajo de la cama con el pelo revuelto
-Em... ¿qué estás haciendo ahí?- dije después de dar un respingo
-Pues...- Iván dudo un momento antes de levantarse y miró a Alex-... ¿estás seguro de que quieres saberlo? No es agradable.
-.... Mejor cállate. Bueno, que me tienes que ayudar a organizar una fiesta, bueno mas bien me tienes que hacer el favor de organizarla con Amanda. Y tu- dirigiéndome a Alex- puedes tocar con tu grupo
-Por mi vale, ¿para cuando es?
-Para esta noche
-¿Qué? No puede ser, como vamos a prepararnos el repertorio sin ensayar ni nada
-Si, ¿y como quieres que organice una fiesta en un par de horas? Hay que preparar muchas cosas, pedir permiso, preparar el sitio, encargar comida y refrescos, instalar los equipos de música....
-Si si si, lo se, pero podréis hacerlo- dije mientras me acercaba sutilmente a la puerta- ¿y sabes por qué? Porque sois los mejores.
Cerré la puerta y eché a correr, pero esta vez para que no me encontrasen si abrían la puerta para darme las quejas.
Un par de cosas hechas, ahora, a decírselo a Amanda.

martes, 17 de julio de 2012

XVII


Se lo contén todo, lo del accidente, el hospital y todo lo bueno y malo que tenía estar muerto. Estuve hablándole una media hora de mi vida y cuando acabé solo me dijo
-Entonces… ¿ahora puedo comer cerezas?
La verdad es que me esperaba que reaccionase de otra manera, que no me creyese, que me pegase o incluso que se pusiese a llorar. En vez de eso consiguió romper la tensión que se había creado en el ambiente y que me riese un poco, al fin y al cabo le había dicho que se acababa de convertir en un zombie y no se había puesto histérica.
-¿Y cuando se me pasará esto?
-Eso es lo único que no se, viene y va de forma esporádica, aunque si que es cierto que a mi me pasa más a menudo cuando estoy estresado.
-Vamos que… el estrés nos mata, ¿no?
-Más o menos
-¿Y quien más lo sabe?
-Creo que casi todo el mundo, no es algo fácil de ocultar
Se quedó un rato pensativa mirándose las manos y quitándose tiritas de piel de los dedos
-Ahora que lo pienso, igual no es tan guay como parece, doy asco
-Pues… a mi me parece que estás de muerte-le guiñé un ojo. La verdad es que me salió del alma, si es que yo tengo de eso claro, pero parece que la animó un poco. Supongo que es importante para las chicas sentirse guapas aunque se acaben de morir. 
            El caso, que poco nos duró la tranquilidad, Amanda nos había encontrado.
-¡Yo os maldigo! De este día os acordareis de por vida
-Tienes razón- empezó Ciara- creo que no se me va a olvidar fácilmente
Me dirigió una amplia sonrisa mientras Amanda nos prestaba atención
-Un momento, aquí esta pasando algo, ¿qué me ocultáis?
-Nada- dije yo de forma cansina
-De hecho no te lo estamos ocultando- dijo Ciara mientras abandonaba su puesto frente a mi para ponerse a mi lado y  mirábamos a Amanda.
-Hmm… así que es eso, ¿eh?
-Eso mismo- dije yo viendo que ya lo iba pillando
-¿Pero no es un poco pronto?
-¿Pronto?-preguntó Ciara- Y yo que se, ha pasado y ya está
-Bueno pero solo os conocéis desde hace un par de días y…
-Para, para, para- la interrumpí- creo que te estas confundiendo, ¿qué crees que ha pasado?
-Pues que estáis saliendo ¿no?
Ciara y yo pusimos los ojos como platos y nos empezamos a reir de tal forma que muchos chicos se giraban a mirarnos.
-Esto si que me va a matar- consiguió articular Ciara
-A ver, me he perdido…
-¡Que está muerta!- acabé diciéndole
-Ostras, ¿si?- abrió un poco la boca mientras asentía con la cabeza- vale, podiais habérmelo dicho y ya esta, no habría hecho el tonto de esa manera.
-Pero si es que salta a la vista, mira que caretos tenemos- dijo Ciara volviendo a pegar su cabeza a la mía
-Pues la que tienes siempre hija
Al final se nos había pasado sin darnos cuenta siquiera, ahora lo difícil iba a ser enseñarla a hacer de todo en modo zombie.