-Anda vamos, necesito salir de aquí- fue un acto reflejo levantarme con la guitarra en una mano y con la otra coger su muñeca y tirar de ella. Se me están pegando las cosas de Amanda.
-¿A donde vamos?- dijo ella cerrando la puerto como pudo porque ni siquiera me paré para eso
-Pues a donde sea, pero llevo demasiado rato en la habitación y necesito salir a despejarme
-¿Con la guitarra en la mano?
-Ermm... sí
-¿Por qué no nos quedamos? ¿Vas a tocar en mitad de todo el mundo?
-¿Qué? No, ya buscaremos un sitio en el que no haya mucha gente- la llevaba casi corriendo
-¡En tu habitación no había nadie!
Pues así andábamos, yo intentando llevarla a su fiesta sorpresa y ella reacia a ello, pero por fin a base de muchos tirones llegamos a la puerta del salón grande y nos paramos.
-¿Le parece un buen lugar a su majestad?
-Bueno, supongo... ¿me dejas la guitarra?
-¿Para qué?- no la entiendo, salta de vez en cuando con cosas que no vienen a cuento y se queda tan tranquila
No me respondió, solo me la arrancó de la mano y me empujó contra la puerta (menos mal que es de las que se abren empujando y no tienes que girar el pomo). Y allí estaban todos gritando sorpresa, con una pancarta gigante que no sabía como la habían conseguido, pero allí estaba. Rápidamente me giré para mirar a Ciara
-¡Sorpresa!- dije abriendo los brazos
Ella estaba absorta mirando la pancarta y me dijo con un gesto divertido
-¿Sorpresa? Soy yo la que te debería de decir eso
-¿Qué?
-¡Pf!- con la mano que le quedaba libre me giró por un hombro y me señaló la pancarta en la cual se podía leer ''Feliz cumpleaños Óliver''
Me quedé muerto, no literalmente claro. Tenía la boca desencajada y los ojos se me iban a salir salir cuando de entre la multitud salieron Iván y Amanda
-¡Ja! ¿Creías que nos habíamos olvidado de tu cumpleaños?- dijo esta última
-¡Que somos unos buenos amigos hombre!
-... ¡Tios! Pero si esto no tendría que ser para mi, tendría que ser para Ciara
-Ya, ya, pero es que la cagaste cuando te convertiste en zombie en mi cuarto- además de echármelo en cara, Amanda me revolvió el pelo
-Además, admitámoslo, era una chorrada hacerle una fiesta por haberse convertido en un zombie. Y cuando me lo dijiste ya te estaba preparando esto- maldito Iván, siempre se me adelanta
-Entonces...- me giré hacia la supuesta inocente- ¡tu lo sabias todo!
-Oye, que aunque sea rubia no soy tonta- me tendió un brownie con 19 velas clavadas

Había algo en el suelo que no había visto nunca, bueno en realidad lo había visto un par de horas antes en las manos de Ciara. Se me vino a la mente la escena del cuaderno volando por mi habitación y yo sacándola de allí a toda prisa. Hice el último esfuerzo del día levantándome para coger el cuaderno. Dudé entre abrirlo, dejarlo sobre la mesa para dárselo al día siguiente o llevárselo en ese momento. Me decanté por la segunda opción y justo cuando iba a tirarme de nuevo alguien tocó a la puerta
-Arg... maldito Iván- gruñí