martes, 5 de junio de 2012

XIV


-¡Te mato! ¡Yo a ti te mato! ¿Sabes el susto que me acabas de dar?
-Jajaja oh venga ya, no te enfades- tal y como lo dijo, parecía que acababa de pasar una cosa súper divertida
-Por un momento me había puesto en lo peor
-Óliver, no te vas a librar de mi tan fácilmente
Es cierto, en ese momento me dieron ganas de hundirla y no dejar que saliera, aunque habría sido lo mismo que al principio, así que solo le hice una ahogadilla. Al final, me dio por reir para soltar la tensión. Cuando llegamos a la arena Ciara se fue por su cuenta y con me fui con Iván que me estaba esperando.
-Así que de ligoteo, ¿eh?- fue lo primero que dijo Iván levantando repetidas veces las cejas
-Claro Iván, después de lo que le pasó a Amanda de una forma similar estoy pensando en eso. ¿Qué tal te va con tu oxigenado?
-¡Mira cállate! No se le da mal pero el muy idiota se pone a mirara a las tías y se cae todo el rato
-Fíjate, si a ti antes te pasaba exactamente lo mismo, os parecéis más de lo que creías
-No por Dios, yo no soy tan repelente
Típico de Iván, conoce a alguien que se parece a él en algún aspecto y dice que es un idiota. Aunque la verdad es que en esto lo apoyo, había visto un par de veces al chico ese por el edificio y, bueno, prefiero no hacer comentarios. El caso es que era el último día para entregar la foto y ya estaba desesperado, tanto que me replantee presentarme con mi foto. Si antes no la soltaba, ahora menos, la llevaba colgada al cuello y eso que tenia que mientras Iván se duchaba yo me puse a tocar la guitarra. Por alguna extraña razón me sentía con ganas de crear algo nuevo y retome la canción que deje a medias. Justo en el momento de mayor inspiración Amanda y su don de la inoportunidad llamaron a la puerta.
-Wou, ¿qué te has hecho?
-Me he rapado- obviamente era sarcasmo debido a la estupidez de mi pregunta ya que tenía la cabeza llena de trenzas- ¿te has duchado ya?
-Si no lo hubiera hecho no me ducharía hasta media noche.
-Hmm, tiene razón, entonces perfecto- dicho esto me cogió del brazo y empezó a tirar de mi por todo el pasillo
-A ver, puedo andar yo solo, pero dime a dónde vamos aunque sea
-A la cocina- no me soltó
-¿No has pensado que podría estar ocupado?- me paré en seco
-¿Demasiado ocupado como para hacer magdalenas?
Entonces mi cara pasó de simulación de enfado a sorpresa total. No se por qué lo hice, pero tras unos segundos plantado frente a Amanda, empecé a correr de una manera un tanto extraña y cómica. Al llegar a la cocina Ciara estaba de espaldas cogiendo algo de una estantería alta.
-¿Cuándo empezamos?-dije sonoramente. Parece que llegué no llegué de una forma muy ruidosa porque al escucharme Ciara se sobresaltó y se cayeron un montón de cacharro de plástico de la estantería. Se giró y me echó una mirada furtiva.
-¡Encima de llegar tarde me asustas!- justo cuando dijo eso llego Amanda
-¡Eh! Mira ella, ha llegado más tarde
-Oye a mi no me metas, que encima que he ido a llamarte me has dejado tirada
Eso era cierto, no se que clase de ataque me dio pero la abandoné mientra corría gritando magdalenas. Pero lo hecho, hecho está y solo le di unas palmaditas en la espalda mientras le decía ``ea, ea´´.

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