domingo, 9 de diciembre de 2012

XXIII

-¿Para qué se supone que nos dan dos llaves?- dije mientras abría la puerta y me encontraba con mi guitarra en la mano de Ciara- Oh, eres tu
-Pareces decepcionado
-Me apetecía pelearme con Iván por no llevarse la llave- bromeé- ¿Qué haces aquí?
-¿Tu qué crees?- dijo levantando la guitarra
-Podrías habérmela traído mañana
-Es que no he venido a traértela. ¿Te crees que me he olvidado de que me tenías que tocar una canción? MI canción- nótese el énfasis que puso en el mi
-No lo dirás en serio, ¿no?
   Parecía que sí, porque antes de que terminase la frase ya había entrado en mi habitación y sentado en la butaca
-¡Venga que tengo sueño!- y encima se cachondeaba de mi
-Bueno... pero solo porque el brownie estaba muy bueno. La canción se llama Lady Zombie...- y la toqué
    Para lo cansado que estaba salió bastante decente y fue todo un logro porque el día se me había hecho realmente largo, casi como un mes. La reacción que tuvo esta vez me desconcertó un poco porque, sin decir nada, se acercó a mi, se inclinó y me dio un abrazo. Me resultó extraño porque además de estar la guitarra por medio, no llevaba camiseta para dormir (no soporto el calor). Después me soltó y se percató de que su cuaderno estaba en la mesa
-¡Eh! ¿Qué haces tu con esto? Lo he estado buscando como una loca. No lo habrás abierto ¿verdad?
-¡No, no! Se te cayó antes de salir de la habitación
-Mmm, cierto, aunque si no recuerdo mal fue culpa tuya- dijo entornando los ojos- pero...¿ lo has abierto?
-Pues, la verdad es que me sentí tentado, pero no he tenido tiempo y además, tenía demasiado sueño
-Hmm, espero poder fiarme de ti
   Entonces se retiró unos pasos de mi, abrió el cuaderno y arrancó una página. Acto seguido la dobló y la metió en un sobre verde que llevaba en el bolsillo trasero del pantalón.
-Supongo que será una estupidez que lo cierre porque lo abrirás ahora mismo, así que toma- dijo tendiéndome el sobre
   En cuanto lo cogí salió disparada hacia la puerta, no tardó ni un segundo en cruzar toda la habitación
-¡Espera!- me apresuré a decirle- ¿no me vas a decir qué te ha parecido la canción?
  Hizo un leve gesto de sorpresa levantando las cejas, pero no se dignó a contestarme, solo sonrió ligeramente y me dijo
-Feliz cumpleaños chico zombie
-Un poquito rara si que es. dije en voz baja, aunque ella no lo hubiera escuchado ya porque había cerrado la puerta- en fin...
   Saqué el papel del sobre y antes de desdoblarlo me imaginé de qué se podría tratar. ¿Un poema? ¿Una carta? ¿Un...? No aguanté más y lo desplegué. Sentí como se me abrían cada vez más los ojos y como se dibujaba una mueca en mi cara antes de empezar a reirme a carcajada. Era un dibujo manga de mi sentado en la cama con la guitarra. Así que por esta estaba tan concentrada cuando terminé la canción. A pie de página había escrito
''No se como te las apañas, pero con lo torpe que eres para algunas cosas te haces querer. eibmoZ .rM sedadicileF''
  Tal cual, con lo último al revés y todo. A decir verdad, fue un cumpleaños bastante divertido. Es difícil olvidar que tus amigos finjan que no se acuerdan de tu cumpleaños en todo el día, que te dejan encerrado en una habitación y que luego te encuentres con una fiesta sorpresa que se supone que habías organizado tu para otra persona, pero resulta que es para ti.

viernes, 30 de noviembre de 2012

XXII

     Perdí la noción del tiempo, no sabía sí había pasado una hora o diez minutos, pero acabé la canción en poco tiempo. Alcé la vista y vi que Ciara estaba muy concentrada en lo suyo, ni siquiera se dio cuenta de que yo ya había acabado y que la estaba mirando. Podría habérselo dicho o haber esperado a que terminase ella también pero, por alguna extraña razón me apetecía chincharla en poco, así que toqué muy fuerte todas las cuerdas de la guitarra. Se pegó un susto que hizo que su cuaderno saliera volando. Luego puso cara de pez globo y yo me eché a reir.
-Anda vamos, necesito salir de aquí- fue un acto reflejo levantarme con la guitarra en una mano y con la otra coger su muñeca y tirar de ella. Se me están pegando las cosas de Amanda.
-¿A donde vamos?- dijo ella cerrando la puerto como pudo porque ni siquiera me paré para eso
-Pues a donde sea, pero llevo demasiado rato en la habitación y necesito salir a despejarme
-¿Con la guitarra en la mano?
-Ermm... sí
-¿Por qué no nos quedamos? ¿Vas a tocar en mitad de todo el mundo?
-¿Qué? No, ya buscaremos un sitio en el que no haya mucha gente- la llevaba casi corriendo
-¡En tu habitación no había nadie!
Pues así andábamos, yo intentando llevarla a su fiesta sorpresa y ella reacia a ello, pero por fin a base de muchos tirones llegamos a la puerta del salón grande y nos paramos.
-¿Le parece un buen lugar a su majestad?
-Bueno, supongo... ¿me dejas la guitarra?
-¿Para qué?- no la entiendo, salta de vez en cuando con cosas que no vienen a cuento y se queda tan tranquila
   No me respondió, solo me la arrancó de la mano y me empujó contra la puerta (menos mal que es de las que se abren empujando y no tienes que girar el pomo). Y allí estaban todos gritando sorpresa, con una pancarta gigante que no sabía como la habían conseguido, pero allí estaba. Rápidamente me giré para mirar a Ciara
-¡Sorpresa!- dije abriendo los brazos
  Ella estaba absorta mirando la pancarta y me dijo con un gesto divertido
-¿Sorpresa? Soy yo la que te debería de decir eso
-¿Qué?
-¡Pf!- con la mano que le quedaba libre me giró por un hombro y me señaló la pancarta en la cual se podía leer ''Feliz cumpleaños Óliver''
   Me quedé muerto, no literalmente claro. Tenía la boca desencajada y los ojos se me iban a salir salir cuando de entre la multitud salieron Iván y Amanda
-¡Ja! ¿Creías que nos habíamos olvidado de tu cumpleaños?- dijo esta última
-¡Que somos unos buenos amigos hombre!
-... ¡Tios! Pero si esto no tendría que ser para mi, tendría que ser para Ciara
-Ya, ya, pero es que la cagaste cuando te convertiste en zombie en mi cuarto- además de echármelo en cara, Amanda me revolvió el pelo
-Además, admitámoslo, era una chorrada hacerle una fiesta por haberse convertido en un zombie. Y cuando me lo dijiste ya te estaba preparando esto- maldito Iván, siempre se me adelanta
-Entonces...- me giré hacia la supuesta inocente- ¡tu lo sabias todo!
-Oye, que aunque sea rubia no soy tonta- me tendió un brownie con 19 velas clavadas
  Entonces empezó a sonar música en directo. El que faltaba, Alex con su grupo. Y así fue como fui engañado por todos mis amigos en mi cumpleaños, aunque claro, tampoco los iba a condenar por ello. Y bueno de la fiesta poco más que decir, una fiesta normal y corriente de cumpleaños, me regalaron un long nuevo y un sombrero que espero no perder. Estuvimos en el salón hasta que los monitores nos echaron diciendo que teníamos que dormir y todo eso. Quería quedarme para ayudar a recoger pero no me dejaron con la escusa de que era mi cumpleaños y que de todas formas iban a tardar poco. Yo insistí pero me echaron a empujones. La verdad es que estaba cansado de toda la actividad del día así que solo quería dormir. Dejé el long en el suelo y el sombrero en la percha, me puse unos pantalones cortos para dormir y procedí a tirarme en la cama. Pero algo captó mi atención mientras caía en peso muerto.
   Había algo en el suelo que no había visto nunca, bueno en realidad lo había visto un par de horas antes en las manos de Ciara. Se me vino a la mente la escena del cuaderno volando por mi habitación y yo sacándola de allí a toda prisa. Hice el último esfuerzo del día levantándome para coger el cuaderno. Dudé entre abrirlo, dejarlo sobre la mesa para dárselo al día siguiente o llevárselo en ese momento. Me decanté por la segunda opción y justo cuando iba a tirarme de nuevo alguien tocó a la puerta
-Arg... maldito Iván- gruñí


sábado, 24 de noviembre de 2012

XXI

-¡Guitarra!- eso no o tenía que decir en voz alta, pero bueno, tampoco importó
-¿Quieres una guitarra? ¡No voy a comprarte una guitarra!
-Ya, pero que me pases la guitarra- le dije señalandole la funda
-¡Uh! ¿Me vas a tocar la guitarra?- parecía que estaba hasta emocionada
-Bueno, si me la pasas sí
-¡Toma, toma!
    Bien, con eso había ganado un par de segundos, pero ahora tenía que cantar, y aunque ya podría considerarla como una amiga, la conocía desde hacía poco... a ver que tocaba yo ahora. Cogí la guitarra y me puse a hacer como que afinaba de oido, lo que fuese por tardar un poco. No pude demorar mucho más, ella estaba allí impaciente mirando como yo jugueteaba con las cuerdas tocando algunos acordes al azar. Bueno, yo solito me había metido en esto así que ahora tenía que cargar con las consecuencias. Y empecé a tocar una de mis canciones, concretamente una de las que toqué en aquel concierto que hice en modo zombie y me equivoqué un poco. Esta vez me salió perfecta, menos mal, sino iba a empezar a pensar que esa canción estaba maldita. Cuando terminé no dije nada, solo me quedé mirando como Ciara tenía la boca abierta y los ojos desorbitados. No reaccionaba así que agité la mano por delante de su cara.
-¡Eoo! Óliver llamando a Ciara- seguia sin reaccionar así que le di lo que yo llamo una caricia fuerte, o lo que es lo mismo, una bofetada flojita
-¡Ah! Oye... ¡qué ha sido eso?
-Una caricia fuerte- le guiñé un ojo
-No, no, lo de antes
-Mmm, un empanamiento por tu parte
-¡Ja! ¡Qué gracioso!- por fin reaccionaba un poco- no pero... es... es muy... ¿es tuya?
-Sí bueno, pero si no me dices el adjetivo que va detrás de ese ``es muy..´´ no se como tomarme tu empanamiento
-¡Ag! Que es muy.. ¡Guay!
-Oum, entonces gracias- y no ice nada más, solo me quedé con la guitarra cogida mientras ella me miraba como si esperase algo más
-...
-...
-¿No vas a tocar nada más?
-¿Qué quieres que toque?
-¿Qué puedes tocar?
-Casi cualquier cosa
-Um..- puso cara de estar tramando algo maligno- casi cualquier cosa ¿eh?
-Uyuyui.. miedo me das
-¿Puedes improvisar?
-Bueno, puedo intentarlo, pero no te prometo gran cosa
-Bueno, si te sale mal puedes decir que es porque estoy yo aquí y no te inspiro- lanzó una risita y me guiñó un ojo
-¡Eh! No, no, no, si le hago una cancion a alguien se la hago en condiciones
-¿Y de qué me la harias a mi?- dijo interesada
-Pues...¿a algo relacionado con lo zombies?
-Abrió mucho los ojos y entornó un poco la boca. Parece ser que le sorprendió pero hasta que no reaccionó unos segundos después abalanzándose sobre mi y cruzando las manos no me lo tomé como algo positivo
-¡Que guay! ¿Cuando la vas a hacer? ¿Como se va a llamar? ¿La harás en español o en inglés?
-¡Eeeh! Tranquila.. que no te quiero defraudar. Pues, lo único que te puedo responder ahora es que la haré en inglés
-Mmm vale- pareció conformarse con eso
-Puedo.. intentar componer ahora algo ¡PERO...! no puedes desconcentrarme
-Me parece bien, yo me quedo aquí sentada escribiendo sin hacer ruido
-Um, por cierto ¿qué escribes?
-Nada, nada, tu a lo tuyo y yo a lo mio...
    Mira tu por donde acababa de ganar todo el tiempo que necesitase, pero ahora me enfrentaba a un nuevo reto, tenía que escribir una canción sombre una chica zombie a contrareloj. Me voy superando. En realidad me resultó más fácil de lo que me había imaginado, es fácil cuando algo te resulta divertido y a veces parece que las canciones se escribien solas. Y esta canción empezaba con la nota sol que personalmente, es una de las que más me gustan.

sábado, 10 de noviembre de 2012

XX

-¿Una fiesta? ¿Para quien?- dijo Ciara que en ese momento estaba tumbada en la cama leyendo un libro sobre zombies.
-Hostia... - se le escapó a Amanda
-...- me quedé mudo
-¿Qué se celebra?- insistió Ciara
Amanda y yo nos miramos sin saber qué decir, pero ella rápidamente actuó
-Verás, veníamos a decirte que como este año hay mucha gente nueva, nos gustaría darles una bienvenida de una forma especial. Así que queremos hacer una fiesta sorpresa mañana por la noche.
Yo no sabía qué decir, y miraba a Amanda con cara de desesperación pues estaba complicando cada vez más la cosa.
-Pero yo también soy nueva
-Ya ya, pero tu eres diferente, parece que lleves aquí toda la vida. Además, necesitamos tu ayuda y tu buen gusto
-Está bien, ¿y con quien más contamos para organizar todo esto?
-Pues ahora íbamos a decírselo a Iván- hablé yo por fin
-Genial, os acompaño- dijo Ciara incorporándose
-¡NO!- dijimos al unísono Amanda y yo
-¿Por qué? ¿Qué pasa?
-Quiero decir, que sí, pero ahora no, mejor se lo digo yo porque se estará duchando y bueno... - me temblaba la voz, no se improvisar
-Ah, entonces yo tampoco voy- dijo Amanda cruzándose de brazos y mirándome porque la estaba empezando a cagar de verdad
-Emmm.. -dios, no sabía qué hacer, me empezaban a sudar las manos y veía borroso- oh oh...
      Y eso es lo último que recuerdo de la habitación de las chicas. Mi próximo recuerdo es estar mirando la lámpara del techo de la mio. Me incorporé y vi a Ciara en la butaca escribiendo en un cuaderno.
-¿Qué haces aquí?
-Cuidar de ti para que no te caigas por las escaleras o te tires por la ventana
-...¿Qué?- dije atónito
     Antes de contestarme se quedó quieta mirándome, luego anotó algo, cerró el cuaderno y se sentó como una persona normal en vez de como una contorsionista
-Veo que no te acuerdas de nada
-Pues no la verdad
-¿Recuerdas por lo menos que te transformaste en mi cuarto?
-Uf... es verdad. ¿Qué pasó luego?
-Hablé con Amanda- lo dijo muy seria. Muy muy seria, y eso me asustó- ya me lo ha contado todo
-¿Todo?- siempre la acabo liando
-Sí, todo. Se por qué Amanda tenía que hablar a solas con Iván- ¡maldita bocazas! Se podría haber inventado algo como hace siempre- ... y que tu ibas a mi cuarto a entretenerme
-¿A entretenerte?- vale... me perdí. ¿De qué estaba hablando? ¡Pero si yo la estaba evitando!
-Óliver, que ya lo se
-Entiendo...- mentira, ¿es que había perdido la memoria?- y... qué es exactamente lo que sabes?
-¡Puf! Estás atontado, ¿eh? ¿Siempre estás así cuando vuelves a ser humano? Amanda me ha dicho que le gusta Iván....- ¡¿Que qué?!-... y que lo de la fiesta solo era una escusa para poder hablar con él mientras tu me entretenías.
     Ya decía yo que era raro que Amanda no se hubiese inventado algo.
-¡Ah eso!- disimulé lo mejor que pude- ¿Y donde están ahora?
-Pues Amanda me dijo que iba a ir a buscarlo, y como tu estabas fuera de control me ofrecí para asegurarme de que no salías de aquí
   Mentiras, descontrol y zombies para hacer una fiesta sorpresa. Me lo monto bien ¿verdad?
-¿Y cuanto rato llevo aquí?- intentaba ver si les había dado tiempo a preparar ya la fiesta
-Mmm, no estoy segura, hora y media... dos horas. Yo creo que ya lo habrán hablado todo, ¿no?
-¡No! No los conoces... se enrollan mucho hablando, mejor nos quedamos aquí un rato más para no molestarlos
-Bueno, tu eres el que los conoce...
    Se hizo un silencio y yo respiré aliviado porque por fin algo salia como tenia que salir. Por lo menos ella misma se ofreció para no salir de aquí durante un par de horas.
-Oye, ¿ y por qué habéis montado este follón si se trataba de una cosa tan simple?
    ¡Porras! Justo cuando creía que ya estaba todo resuelto
-Pues porque... porque no es... no es del todo cierto - ¿¡QUÉ!?
-¿Qué?
-Emm, sí, verás decirte algo- soy... idiota, no se improvisar
-¿A mi? ¿Sobre lo de ser zombie?
-No... quiero decir sí- ojala hubiese otro yo para pegarme una colleja en estas situaciones
-¿No o sí?
-Sí, sí, pero...- no sabía qué hacer, me puse a mirar rápidamente por todo la habitación con la esperanza de encontrar un agujero negro que me tragase. Pero me encontré con algo mejor.

miércoles, 31 de octubre de 2012

XIX

      Amanda, Amanda, Amanda, ¡ahí! ¡Ah, no! Vaya, ¿donde se habría metido Amanda? Cuando la necesitas desaparece y cuando no es omnisciente. Después de un rato buscándola sin éxito, me paré para pensar donde podía estar. Es aficionada al teatro así que podría estar con algún grupo de chicos montando una obra en el salón. Si después de buscarla no aparecía seguro que estaba allí, pero si estaba allí, también estaría Ciara. De todas formas iban a estar juntas la buscase cuando la buscase así que mejor hacerlo cuanto antes (no tenía mucho tiempo). Eché otra vez a correr para salir del patio interior y cruzar por recepción, justo al girar en l puerta me encontré por ella, bueno mejor dicho, me choqué con ella.
-¿Pero es que no tienes cerebro o qué te pasa?- dijo Amanda visiblemente molesta, le acababa de tirar la coca-cola por en cima.
-Emm... no, ya lo sabes. Oye, ¿donde esta Ciara?
-Yo que se, no estoy siempre con ella.
-¿Ah, no?- ¿Ah, no? ¡Perfecto!- Bien, tengo que hablar a solas contigo.
-T yo tengo que cambiarme de ropa, vamos a mi habitación
-Uuuh... que directa- bromeé levantando una ceja
-¡Arg! Idiota
-Pero vamos rápido, Ciara no nos puede ver hablar juntos.
Teníamos que recorrer todo el edificio lleno de gente haciendo actividades, esquivando a Ciara , pero lo peor de todo es que no sabíamos donde estaba ¿como te escondes de alguien que no sabes donde está? Lo único que se nos ocurrió fue escondernos de todo el mundo. Creo que si hubiese cámaras de vigilancia y pudiese haberme visto intentando llegar a la habitación de Amanda sin que me viese nadie, habría sentido tanta vergüenza de mi mismo que habría deseado morir. Nos escondimos detrás de las columnas y plantas mientras los chicos pasaban a nuestro lado y se giraban para mirarlo. Conseguimos llegar a la puerta de la habitación sin ser vistos por Ciara.
-Bueno ya estamos a salvo, ¿qué querías decir?- dijo Amanda intrigada mientras buscaba la llave en su bolsillo
-A ver, sabes que Ciara ahora es como yo ¿no? Pues he pensado que le gustaría encontrarse con una sorpresa.
-¿A qué te refieres?- preguntó mientras abría la puerta y entraba
-Pues a una fiesta sorpresa- dije yo mientras entraba detrás de ella y enmudecía un segundo después.

sábado, 6 de octubre de 2012

XVIII

       Bueno prácticamente esa es la historia de como conocí a una zombie. Ahora lo que toca contar es como se enseñé a una persona normal vivir como una persona peculiar. El día de su muerte tenía que ser un día especial que recordase siempre, sería como un segundo nacimiento (por llamarlo de alguna manera porque en vez de vivir, ahora estaba medio muerta pero bueno). A lo que iba, que después de contarle toda la historia se me ocurrió que le podría organizar una especie de fiesta para darle la bienvenida a mi limbo. Pero había un problema, y es que no soy precisamente un organizador de eventos, con la cabeza que tengo seguro que se me olvidarían millones de detalles y estando de vacaciones, digamos que no me gusta estresarme y me tomo las cosas con paciencia. Yo no era la persona indicada para organizar una gran fiesta, pero conocía a las personas que si la podrían hacer. Tenía que hablar con Iván y con Amanda, con Iván sería fácil pero teniendo en cuenta que Ciara estaba siempre con Amanda... iba a ser un poco más complicado decírselo a ella. Bueno ya pensaría en algo, tenía una tarea pendiente y no tenía todo el tiempo del mundo
-Bueno chicas, luego nos vemos que tengo que hacer una cosa- le dije después de salir de mi empanamiento
-No te puedes ir ahora, tienes que enseñarme muchas cosas- dijo Ciara con cierta cara de preocupación
-¡Bah! Déjalo que se vaya ha hacer sus cosas, total, tampoco te vas a morir
       Y eché a correr hacia el edificio. Tenía que entregar la foto que le hice a Ciara para el concurso de fotografía. Probablemente le tendría que haber preguntado a ella si le parecía bien que la presentase, pero no podía arriesgarme a que me dijese que no. Llegué justo a tiempo para que me dijesen que ya habían cerrado el plazo de entrega, pero usando mis artimañas y mis encantos de zombie (a la chica que estaba archivando las fotografías le daba especial grima que me convirtiese) conseguí que me aceptaran en el concurso. Al salir del despacho me paré un minuto para organizar mis idea. Tenía que encontrar a Iván, convencerlo para organizar una fiesta (en realidad no sería muy difícil), cazar a Amanda un rato que estuviese sola para no levantar sospechas y un par de cosas más. Y todo eso lo tenía que hacer antes de que acabase el día, sino no tendría sentido hacer la fiesta. Ya lo tenía claro, y me puse otra vez a correr pero en dirección a mi habitación. A lo mejor os preguntareis por qué tengo esa manía de correr, pero es que como nunca se cuando me voy a convertir prefiero hacer las cosas rápido en forma humana que ir tranquilamente, podría transformarme y no enterarme de lo que haría luego. Pues eso, que abrí la puerta y entre en la habitación, allí me encontré en la cama a Alex absorto con la guitarra.
-Ui, perdona, me he equivocado. Que cabeza tengo, voy entrando en las habitaciones de la gente como Pedro por su casa
-Es que... esta es tu ``casa´´
-¿Ah si?
-Dios, pero que te pasa, ¡que tengo tu guitarra!
-Ay, bueno da igual, ¿Donde esta Iván?
-¡Aquí!- dijo Iván saliendo de debajo de la cama con el pelo revuelto
-Em... ¿qué estás haciendo ahí?- dije después de dar un respingo
-Pues...- Iván dudo un momento antes de levantarse y miró a Alex-... ¿estás seguro de que quieres saberlo? No es agradable.
-.... Mejor cállate. Bueno, que me tienes que ayudar a organizar una fiesta, bueno mas bien me tienes que hacer el favor de organizarla con Amanda. Y tu- dirigiéndome a Alex- puedes tocar con tu grupo
-Por mi vale, ¿para cuando es?
-Para esta noche
-¿Qué? No puede ser, como vamos a prepararnos el repertorio sin ensayar ni nada
-Si, ¿y como quieres que organice una fiesta en un par de horas? Hay que preparar muchas cosas, pedir permiso, preparar el sitio, encargar comida y refrescos, instalar los equipos de música....
-Si si si, lo se, pero podréis hacerlo- dije mientras me acercaba sutilmente a la puerta- ¿y sabes por qué? Porque sois los mejores.
Cerré la puerta y eché a correr, pero esta vez para que no me encontrasen si abrían la puerta para darme las quejas.
Un par de cosas hechas, ahora, a decírselo a Amanda.

martes, 17 de julio de 2012

XVII


Se lo contén todo, lo del accidente, el hospital y todo lo bueno y malo que tenía estar muerto. Estuve hablándole una media hora de mi vida y cuando acabé solo me dijo
-Entonces… ¿ahora puedo comer cerezas?
La verdad es que me esperaba que reaccionase de otra manera, que no me creyese, que me pegase o incluso que se pusiese a llorar. En vez de eso consiguió romper la tensión que se había creado en el ambiente y que me riese un poco, al fin y al cabo le había dicho que se acababa de convertir en un zombie y no se había puesto histérica.
-¿Y cuando se me pasará esto?
-Eso es lo único que no se, viene y va de forma esporádica, aunque si que es cierto que a mi me pasa más a menudo cuando estoy estresado.
-Vamos que… el estrés nos mata, ¿no?
-Más o menos
-¿Y quien más lo sabe?
-Creo que casi todo el mundo, no es algo fácil de ocultar
Se quedó un rato pensativa mirándose las manos y quitándose tiritas de piel de los dedos
-Ahora que lo pienso, igual no es tan guay como parece, doy asco
-Pues… a mi me parece que estás de muerte-le guiñé un ojo. La verdad es que me salió del alma, si es que yo tengo de eso claro, pero parece que la animó un poco. Supongo que es importante para las chicas sentirse guapas aunque se acaben de morir. 
            El caso, que poco nos duró la tranquilidad, Amanda nos había encontrado.
-¡Yo os maldigo! De este día os acordareis de por vida
-Tienes razón- empezó Ciara- creo que no se me va a olvidar fácilmente
Me dirigió una amplia sonrisa mientras Amanda nos prestaba atención
-Un momento, aquí esta pasando algo, ¿qué me ocultáis?
-Nada- dije yo de forma cansina
-De hecho no te lo estamos ocultando- dijo Ciara mientras abandonaba su puesto frente a mi para ponerse a mi lado y  mirábamos a Amanda.
-Hmm… así que es eso, ¿eh?
-Eso mismo- dije yo viendo que ya lo iba pillando
-¿Pero no es un poco pronto?
-¿Pronto?-preguntó Ciara- Y yo que se, ha pasado y ya está
-Bueno pero solo os conocéis desde hace un par de días y…
-Para, para, para- la interrumpí- creo que te estas confundiendo, ¿qué crees que ha pasado?
-Pues que estáis saliendo ¿no?
Ciara y yo pusimos los ojos como platos y nos empezamos a reir de tal forma que muchos chicos se giraban a mirarnos.
-Esto si que me va a matar- consiguió articular Ciara
-A ver, me he perdido…
-¡Que está muerta!- acabé diciéndole
-Ostras, ¿si?- abrió un poco la boca mientras asentía con la cabeza- vale, podiais habérmelo dicho y ya esta, no habría hecho el tonto de esa manera.
-Pero si es que salta a la vista, mira que caretos tenemos- dijo Ciara volviendo a pegar su cabeza a la mía
-Pues la que tienes siempre hija
Al final se nos había pasado sin darnos cuenta siquiera, ahora lo difícil iba a ser enseñarla a hacer de todo en modo zombie.

miércoles, 13 de junio de 2012

XVI


Recobré la consciencia con un grito, un grito directo a mi tímpano. Me sobresalté, abrí los ojos y vi a Ciara intentando quitarme de encima suya.
-¿Ciara? ¿Estás bien?- la pregunta era tonta porque estaba horriblemente pálida y con ojeras enormes. Se me quedó mirando con cara de terror e incredulidad y me levanté.
-Estoy bien, mejor que tu, perdona que te lo diga pero estás horrible, ¿no serás alérgico tu también a la cereza?
-¿Qué? No no, si es mi fruta favorita- cogí un cazo reluciente y me miré. Estaba muerto, muy muy muerto, tirando a verde y todo
-Pues creo que no te ha sentado muy bien
-Escucha, hay algo que no sabes de mi, hace unos años…- me paré en seco- oye, ¿y tu reacción alérgica?
-Hm, no se, será que como no era gran cosa ha cesado, me encuentro bien
-Em… si, deberías mirarte en un espejo- me miré la mano con la que sostenía el cazo y se lo tendí- o en su defecto en un cazo.
-¿Qué? ¿Qué estoy blanca? Pero si soy blanca, no se por qué te sorprendes…
-No es eso…- como un impulso cogí la cámara que aun tenía colgada al cuello y le hice una foto, me había reconocido en ella-… es que ahora mismo estás muerta, como yo
Me puso la cara más extraña que he visto en mi vida, y acto seguido llego Amanda con un montón de gente
-¿Qué ha pasado?- dijo alguien del equipo sanitario
-Oum, solo me atraganté con una magdalena con sabor a cereza, que como soy alérgica, pues me mareé y todo, pero ya estoy bien.
La masa de chicos y chicas se fue murmurando como si decepcionado al no ver ningún cadáver inmóvil tirado en el suelo. Poco a poco se fue despejando la zona y la enfermera le echó una mirada fulminante a Amanda
-La próxima vez que ocurra algo, asegúrate de que es importante
-No pero si es que… ella no… estaba tan… vale, lo siento- dijo Amanda finalmente hinchando los mofletes mientras se apoyaba con la espalda en la pared.
Un chasquido llamó mi atención
-Óliver, ¿qué has querido dec…- empezó a susurrar Ciara pero rápidamente la interrumpí
-Espera, aquí no. Oye Amanda mona, Ciara está aun un poco mareada. Voy a llevarla fuera a que le de un poco el aire- la cogí de la muñeca y empecé a tirar de ella mientras Amanda seguía pensativa- mientras tanto, ¿por qué no recoges estos cuatro cacharros?
Tenía que contarle a Ciara lo de la muerte y todo eso enseguida porque sino no me iba a creer, y si venía Amanda… bueno la conozco bastante y empezaría a sentirse desplazada. Pensareis, ¿y la mejor formas es dejarla recogiendo la cocina? El caso es que mientras está pesando en sus cosas puedes decirle lo que sea porque tardará un rato en reaccionar. Cuando lo haga se lo tomará como una pequeña tomadura de pelo y lo máximo que hará será gastarnos una broma.
Arrastré literalmente a Ciara por todas las instalaciones hasta llegar a un sitio despejado, uno de los jardines interiores. Allí, y tras respirar hondo una vez, empecé a contarle toda mi historia.

jueves, 7 de junio de 2012

XV


Me puse un delantal con volantes blancos, bueno más bien me obligaron, y menos mal que lo hicieron porque me llene de harina y aceite. Creía que se me daba mal la cocina, pero si tengo una profesora que me dice lo que tengo que hacer paso a paso hasta me puede salir algo medianamente presentable. Cuando ya teníamos la masa hecha Ciara sacó de una bolsa un montón de sobres.
-Anda, ¿y eso que es?
-Esto amiga mía, es lo mejor del mundo, son extractos de frutas concentrados y es lo que le da ese toque que te dan ganas de morirte de gusto.
-¿Y donde compras esto?- dije mientras cogía uno de los sobres y lo giraba para ver el dorso
-Los he encargado por Internet, vienen desde Suecia así que cuidadito con ellos que son muy valiosos
-Vale, ¿y cual le echamos?
-Pues al gusto, yo le voy a echar uno de melocotón, vosotros mirad a ver cual os resulta más apetecible
Mientra Amanda y yo estábamos eligiendo sabor alguien llegó a la cocina
-Em, Amanda, la de Surf quiere hablar contigo
-¿Pasa algo?- intervino Ciara
-¡Ah! Contigo también, y no, no es importante
Ambas se miraron y se quitaron los delantales, fueron a salir por la puerta como si nada pero las paré
-¡Eh! ¿Y qué hago yo ahora?
-Pues… cuando elijas el sabor métela en el horno unos 10 o 15 minutos, aunque no creo que tardemos tanto. ¡No quemes nada!- la voz de Ciara fue desapareciendo por el pasillo conforme Amanda tiraba de ella, tiene esa extraña manía.
-Vale… si lo hago os echaré la culpa a vosotras
Estaba indeciso entre kiwi, fresa y plátano pero algo llamo mi intención. Había un paquete sin abrir con cinco sobres de cereza y pensé que estaría bien hacerlas de algo que no hubiese probado mi profe.
Pues eso, que las metí en el horno y a los cinco minutos llegaron las dos.
-¡Uh! Pero si no has destrozado nada, bravo Óliver- dijo Amanda cuando entraba por la puerta
-Es que no me habéis dado tiempo, ¿para qué os han llamado?
-Pues para lo de la competición de surf, le hemos dicho que me estas ayudando tu y dice que no importa, pero que si gano le cuenta a Amanda
-Bueno pues entonces no ganes- lo decía medio en broma medio de verdad, pero bueno eso no es importante
Seguimos con lo nuestro, Amanda escogió un sobre de fresa, Ciara nos contó que desde pequeña le gusta la repostería y yo me senté encima de las cáscaras de los huevos. En ese momento agradecí llevar el delantal. Me llevé una sorpresa cuando vi que las magdalenas salieron ligeramente coloreadas de rojo, menos las de Ciara que eran mas bien amarillentas.
-Vaya, parece que las habéis hecho de lo mismo
-Cierto, pero no, las mías son…
-¡No, no, no! Dejadme adivinar-me interrumpió Ciara
-¡Primero las mías! Que están calentitas
Las mordimos los tres a la vez, y vaya explosión de sabor.
-No hay duda, esto es fresa- y le dio otro mordisco, que más bien se la comió entera
-¡Dios! ¿Cómo te puede caber entera?- me quedé sorprendido
-afufaufnalif- tenía la boca llena
-Vale bonica, trágate eso y luego habla- cuando Amanda dijo eso me di cuenta de que tenía ganas de hacerlo yo también
-Me da la sensación, de que lo quieres hacer tu también, ¿no es verdad?- me miró con los ojos de par en par y se echó a reir
-Y tu, que te crees que no te conozco
-Vale- consiguió articular Ciara- hagámoslo con las tuyas
Y eso hicimos. Al principio no podía ni masticarla pero la cosa se torció cuando Ciara empezó a toser. Nos dio tanta risa que empezamos a reirnos y atragantarnos, así que allí estábamos todos tosiendo. Conseguí respirar y tragarme la magdalena mientras Amanda no paraba de reirse y Ciara de toser. Empecé a preocuparme cuando se empezó a poner morada
-Oye, ¿estás bien?
-¡¿Es de cereza?!- dijo sollozando
-Si, pero tu pareces una mora- eso le provocó otro ataque de risa a Amanda
-¡¡¡¡¡Soy súper alérgica a la cereza!!!!!
Amanda y yo nos miramos
-Ciara, escúchame, no pasa nada, tu respira. Amanda ve a avisar a alguien
-gadejdui- dijo muy bajito mientras se arrodillaba en el suelo
-¿Qué? ¿Puedes repetirlo?- me agaché con ella
-No puedo… respirar
Se le estaban hinchando los ganglios. No sabía que hacer. Se me estaba yendo, y por mi culpa, no había abierto el paquete de cereza porque es alérgica. ¡Como no se me pasó por la cabeza! Recuerdo que empecé a marearme y me morí. Genial, ella muriéndose y yo voy y me muero encima. 

martes, 5 de junio de 2012

XIV


-¡Te mato! ¡Yo a ti te mato! ¿Sabes el susto que me acabas de dar?
-Jajaja oh venga ya, no te enfades- tal y como lo dijo, parecía que acababa de pasar una cosa súper divertida
-Por un momento me había puesto en lo peor
-Óliver, no te vas a librar de mi tan fácilmente
Es cierto, en ese momento me dieron ganas de hundirla y no dejar que saliera, aunque habría sido lo mismo que al principio, así que solo le hice una ahogadilla. Al final, me dio por reir para soltar la tensión. Cuando llegamos a la arena Ciara se fue por su cuenta y con me fui con Iván que me estaba esperando.
-Así que de ligoteo, ¿eh?- fue lo primero que dijo Iván levantando repetidas veces las cejas
-Claro Iván, después de lo que le pasó a Amanda de una forma similar estoy pensando en eso. ¿Qué tal te va con tu oxigenado?
-¡Mira cállate! No se le da mal pero el muy idiota se pone a mirara a las tías y se cae todo el rato
-Fíjate, si a ti antes te pasaba exactamente lo mismo, os parecéis más de lo que creías
-No por Dios, yo no soy tan repelente
Típico de Iván, conoce a alguien que se parece a él en algún aspecto y dice que es un idiota. Aunque la verdad es que en esto lo apoyo, había visto un par de veces al chico ese por el edificio y, bueno, prefiero no hacer comentarios. El caso es que era el último día para entregar la foto y ya estaba desesperado, tanto que me replantee presentarme con mi foto. Si antes no la soltaba, ahora menos, la llevaba colgada al cuello y eso que tenia que mientras Iván se duchaba yo me puse a tocar la guitarra. Por alguna extraña razón me sentía con ganas de crear algo nuevo y retome la canción que deje a medias. Justo en el momento de mayor inspiración Amanda y su don de la inoportunidad llamaron a la puerta.
-Wou, ¿qué te has hecho?
-Me he rapado- obviamente era sarcasmo debido a la estupidez de mi pregunta ya que tenía la cabeza llena de trenzas- ¿te has duchado ya?
-Si no lo hubiera hecho no me ducharía hasta media noche.
-Hmm, tiene razón, entonces perfecto- dicho esto me cogió del brazo y empezó a tirar de mi por todo el pasillo
-A ver, puedo andar yo solo, pero dime a dónde vamos aunque sea
-A la cocina- no me soltó
-¿No has pensado que podría estar ocupado?- me paré en seco
-¿Demasiado ocupado como para hacer magdalenas?
Entonces mi cara pasó de simulación de enfado a sorpresa total. No se por qué lo hice, pero tras unos segundos plantado frente a Amanda, empecé a correr de una manera un tanto extraña y cómica. Al llegar a la cocina Ciara estaba de espaldas cogiendo algo de una estantería alta.
-¿Cuándo empezamos?-dije sonoramente. Parece que llegué no llegué de una forma muy ruidosa porque al escucharme Ciara se sobresaltó y se cayeron un montón de cacharro de plástico de la estantería. Se giró y me echó una mirada furtiva.
-¡Encima de llegar tarde me asustas!- justo cuando dijo eso llego Amanda
-¡Eh! Mira ella, ha llegado más tarde
-Oye a mi no me metas, que encima que he ido a llamarte me has dejado tirada
Eso era cierto, no se que clase de ataque me dio pero la abandoné mientra corría gritando magdalenas. Pero lo hecho, hecho está y solo le di unas palmaditas en la espalda mientras le decía ``ea, ea´´.

lunes, 4 de junio de 2012

XIII



-Vale Luis, ahora vas a ir tu solo y vas a escoger tu la ola, yo me quedaré aquí en la orilla viéndote y de paso te haré alguna que otra foto.
-¡No quiero prensa!- dijo mientras se alejaba eufórico
Mientras Luis se metía en el agua yo saqué la cámara de la mochila y le eché una foto al cielo. La miré mientras andaba hacia la orilla con tan mala suerte que me tropecé dentro de un hoyo y me hinqué de rodillas. Sí, soy un poco torpe. El caso es que me senté y me puse a ver que tal lo hacía Luis sin tenerme a su lado, y el caso es que se le daba bastante bien. De repente una mano me despeinó
-¡Hola! A Luis se le da muy bien, ¿verdad?
-No te esperaba hasta dentro de una hora
-Bueno que si quieres me voy, eh?
-No, no mujer, si de todas formas no estoy haciendo nada, creo Luis ya puede practicar por su cuenta
-¿Quieres un regaliz?- Dijo Ciara mientras se sentaba
-Em… sí claro, por qué no
-Pues cómetelo con una lengua también, ya verás que bueno
Y tenía razón, no se como no le me había ocurrido antes.
-Vaya… ¿Qué más secretos culinarios me puedes enseñar?
-¿Secretos culinario? ¡Anda ya! No es para tanto… lo único que te puedo enseñar es a hacer magdalenas
-Pues me apunto
-Bueno, dejémonos de cháchara, vamos al lío que quiero surfear ya.
-Vale vale, sin presiones, ¿eh?
En 10 minutos volvimos a estar en la orilla, pero ya con los neoprenos y las tablas. Nadamos hasta donde estaba Luis para decirle que por mí ya podría practicar solo y luego nos apartamos un poco. La ayudé en lo que pude, corregirle la postura, decirle cuando ponerse de pie en la ola, y cosas de ese tipo. Pero por más que lo intenté, no puede evitar el final. Siempre se caía
-Oye Ciara, ¿qué te parece si lo dejamos por hoy?
-La cosa más sensata del mundo, ya he tragado muchísima agua
-Pues vámonos
-Pero no sin antes…
-¿Sin antes qué?
-¡Hacer una carrera!
Yo que pensaba que estaba cansada de ponerse de pie todo el rato y se puso a nadar como alma que lleva el diablo. Reaccioné rápido y enseguida la alcancé pero pensé en si debía de dejarla ganar, y finalmente lo hice. Dejé que la corriente me arrastrara y me puse de pie en la última ola. Juro que lo la vi hasta que la tenía encima, no sabía que seguía dentro del agua, y mucho menos que había decidido pasar la ola por debajo. Intenté esquivarla en cuanto la vi emerger del agua pero lo único que conseguí fue caerme de cabeza. La ola me revolvió un poco y cuando saqué la cabeza no sabia bien donde estaban las tablas y mucho menos donde estaba Ciara. El corazón empezó a palpitarme cada vez más rápido al ver que no salía del agua hasta que al final una fuerza tiró de mis piernas hacia abajo. Me sumergí en el agua y al abrir los ojos vi a Ciara echándome un montón de burbujas a la cara.

sábado, 5 de mayo de 2012

XII

    Cuando me desperté a la mañana siguiente no veía nada porque la habitación estaba sumida en una completa oscuridad. Me levanté con esfuerzo, tenía los músculos entumecidos. Intenté hacer memoria de la noche anterior mientras estaba sentado en la cama. Conseguí recordar el accidente de Amanda y que volví al edificio después de haber hablado con Ciara. Hasta ahí todo bien. Me levanté y abrí un poco la persiana por la cual se colaron unos rayos de Sol directos a mis ojos. Era temprano, debían de ser las siete y media o poco más. Fui al baño a lavarme la cara y me miré en el espejo donde me encontré con un rostro desconocido, pálido y con ojeras. Estaba muerto.
-Genial, que guapo soy- le dije a mi reflejo sarcásticamente
Me volví y me tiré boca abajo en la cama. Sentí un crujido proveniente del cuello. ¿Qué más iba a pasar? No se cuanto tiempo pude estar allí tumbado pero pude recordar bastantes cosas de la noche anterior. Después de ducharme estuve tocando la guitarra mientras Ivan se dama una ducha ``rápida´´. Estaba inspirado y conseguí los primeros acordes de una nueva canción que sonaba bastante bien, aunque no llegué a más de eso. Me salí a darme una vuelta para ver las actividades de esa noche y me encontré con el resto de chicos que forman la banda a la que pertenece Alex. Resulta que esa noche iban a tocar un par de canciones para empezar con las actividades, mientras nos reuníamos todos en la sala principal. No se bien lo que hicimos, pero era algo de interpretación, fingir que eramos superheroes y villanos y luchar con expresión corporal. La verdad es que no me acuerdo muy bien pero como estas actividades se suelen grabar en vídeo, no me preocupé mucho. También recordé que Amanda participó, con el brazo en cabestrillo, pero participó. Es el tipo de persona que no deja de hacer cosas aunque se disloque un hombro
-¡Oliver!- oí la voz de Ivan mientras me caía una almohada en cima
-¡Qué!
-Llevo media hora llamándote
-¿Qué dices? Si me acabo de tumbar
-Sí, hace más de hora y media
-Pero si no serán mas de las ocho
-No de las ocho no, son las nueve y veinte
Me incorporé y miré el reloj de bolsillo que tenía sobre la mesita
-Pero si... no puede ser
-Anda vamos, dúchate o algo y nos vamos a desayunar
-Pf! Puedes ir tirando tu, en seguida voy
Me volví a mirar en el espejo del baño y reconocí mi cara
-¡Anda por fin! Ya por lo menos... no soy un monstruo
     Llegué al comedor quince minutos después de que se fuese Ivan y los pillé al principio de la cola. Dudé entre irme con ellos o irme al final. Cuando decidí darme la vuelta para buscar el final de la cola, unas manos me cogieron por los hombros y me empujaron hasta donde estaban mis amigos.
-¡No seas tonto! No creo que a la gente le importe uno más- me dijo la cabeza de Ciara que apareció por mi derecha. Aún así, les pedí permiso a los que estaban detrás y me hicieron un hueco.
-¿Como te va manquita?- dije mientras ponía mi bandeja entre la de Amanda y la de Alex
-Nada mal la verdad, pero es un fastidio no poder usar el brazo
-Eh colón!- dijo con burla Alex- ¿Tu qué? Vienes el último y te pones delante mía así sin más, ni siquiera me has dicho si te gustó como tocamos anoche
-Estuvo muy bien- no es que le mintiese, pero es que no me acordaba de qué habían tocado
Le cogí la bandeja a Amanda para llevársela a la mesa y nos sentamos en nuestra distribución habitual.
-Mira pero si tienes chófer para la bandeja y todo- dijo Ivan
-No te quejaras, ¿eh? Que por lo menos yo te llevo la bandeja no como estos
-¡Si es que eres más bueno!- dijo Amanda mientras me estrujaba los mofletes con su mano libre- Ya me ha dicho Ciara que la vas a ayudar un poco mientras yo esté de baja, ¿te importa que esté delante?
-Para nada
-Aunque me hubieses dicho que no os iba a ver igualmente- me sacó la lengua
-¿Qué te parece esta tarde alas siete?- pregunté dirigiéndome a Ciara
-A mi me viene bien siempre, ¿se lo has dicho ya a tu aprendiz?
-Pues creo que no
-¿Como dijiste que se llamaba?- se metió Amanda mientras mordía una tostada
-Luis
-Luis qué más- me miraba como una loca, con los ojos como platos
-Luis... Ortega, creo pero no estoy...-antes de poder acabar la frase la penetrante voz de Amanda resonó por todo el comedor dejándonos a los de la mesa sordos. Se escuchó un cubierto caer y vi que un par de mesas más allá se levantaba el llamado. Amanza hizo lo mismo y levanto el brazo para señalarlo con el dedo
-¿Eres tu?- Luis afirmó con la cabeza atónito- Ven, aquí hay un sitio para ti
Se acercó un poco indeciso hasta que me vio en la mesa. Yo creo que ni me hubiera levantado si me llamasen de esa manera. Se sentó en la silla libre y estuve contándole lo que era.
-Vale, pf! ¡Me habías asustado!
-Pero has tenido unos segundo de fama- Amanda le puso una mueca pues sabía que eso no se le podía rebatir. Al final resultó que se llevaban muy bien y durante el resto del desayuno se estuvieron picando mutuamente haciéndonos el vacío a lo demás.

miércoles, 25 de abril de 2012

XI


Que riquísima que estaba la magdalena. Tuve toda la tarde el sabor en la boca, y eso que tragué bastante agua. Es verdad que el mar estaba un poco picado, pero eso para hacer surf está bien. Lo que me extrañaba es que Luis se caía más de lo normal y eso me hizo pensar que algo malo iba a pasar. Luego pensé ``venga ya, ¿de verdad vas a ser supersticioso?´´ y dejé de pensar en ello. Un rato más tarde escuchamos mucho jaleo que venía de la orilla. Nos apresuramos nadando y vimos que las chicas estaban todas en la playa formando un corro. Tenía un mal presentimiento y la imagen de Ciara se me vino a la mente. Vi que Iván se acercaba también medio corriendo con la tabla bajo el brazo.
-¿Qué ha pasado?
Una de las chicas que estaba en la periferia del corro se giró
-Parece que una se ha caído y se ha dislocado el hombro.
-Seguro que es una de las nuevas- me dijo Iván mientras me daba un codazo
-No que va, ha sido una de las veteranas
Ivan y yo nos miramos. Yo empecé a abrirme paso entre las chicas y el dejó caer la tabla y me siguió. Allí, en medio de todos, estaba Amanda vuelta de espaldas a nosotros mirando a una monitora.
-¿Pero qué demonios has hecho?
Ella se giró con una gran sonrisa en la cara
-¡Ey Oliver! ¿Qué tal? ¿Qué hacéis que no estáis surfeando?
-¿Qué? ¡Déjate! ¿Qué te ha pasado?- dijo Iván con un tono muy serio
-Pues nada, cogí una ola y no se qué me pasó, ni como me caí, ni donde caí. ¡Pero estoy bien! Mañana mismo vuelvo a surfear
-De eso nada señorita. Te vas a quedar un tiempo en reposo- le ordenó la monitora con un tono amistoso
-¡Oh, venga ya!
-Que no te he dicho. La salud es lo primero
            Después de eso, poca gente se volvió a meter en la playa, y era lo más lógico, porque la tarde estaba acabada, pero aun así unos cuantos insensatos se metieron en el mar. Allá ellos, yo no pensaba morirme de frío porque empezaba a hacer bastante viento. Iván se ofreció a ayudar a llevar a Amanda hasta el edificio mientras que yo me quedé allí plantado sin saber bien qué hacer. Me acordé de Ciara, porque no la había visto entre todo el mundo. Me puse a buscarla y le pregunté a unas cuantas chicas que me dijeron que la habían visto andando por la playa. En realidad no es que estuviese escondida ni nada de eso, simplemente no se me había ocurrido mirar en la arena. Estaba sentada con las piernas recogidas mirando la profundidad del mar.
-¿No te encanta?- dije mientra me sentaba a su lado
-El qué, ¿qué se haya caído por mi culpa? ¿Qué tenga que estar lo que queda de campamento sin poder hacer nada porque soy súper torpe? ¡Pues no, no me encanta!
-Me… me refería a la puesta de sol.
-Ou…em…sí, es preciosa.
-¿Quieres… hablar de ello?- le sugerí tímidamente
-No hay nada de qué hablar
-Como quieras, voy a ir a ducharme, y tu deberías hacer lo mismo- me levanté pero su voz me paró
-¡Espera Oliver! ¿Quieres que te lo cuente?
-Claro…- y con las mismas me volví a sentar
-Es que, bueno no se como pasó, pero fui a coger una ola y, bueno no vi que ella también la estaba cogiendo. Yo me puse nerviosa y no se, me caí, y parece que ella se topó con mi tabla y se dio contra ella. No se la verdad, pero me siento muy mal. Ha sido por mi culpa…
-Para, para, para- la paré porque estaba empezando a hablar mucho y muy rápido- no fue culpa tuya, eso son cosas que pasan
-Ya pero me siento culpable, además, ella tenía fe en mi, en que podría ganar la competición y ahora no podré demostrarle lo que me ha enseñado
-Tampoco te pongas así, que solo ha sido el hombro, además, puedes presentarte igualmente
-Ya pero, sin su ayuda no podré ganar…
-Mujer, lo importante no es ganar- eso no pareció consolarla, así que me puse a pensar en algo que si lo hiciera- si quieres, yo puedo ayudarte un poco cuando termino con Luis- se giró rápidamente hacia mi y se le iluminó la cara
-¿De verdad harías eso? No quiero ser una carga…
-No tranquila, podemos llegar a un trato, yo te enseño a surfear, y tu a mi a hacer magdalenas
La idea le hizo gracia y se rió sonoramente. Aceptó el trato y me dio un abrazo tan fuerte que casi me ahoga después de darme las gracias. Menos mal, que las magdalenas valían la pena.

sábado, 31 de marzo de 2012

X

  Me desperté como nuevo, parecía que había dormido durante semanas porque me sentía entumecido. Ivan seguía dormido así que pude coger la ducha el primero, y menos mal porque él tarda como unos 40 minutos cada vez que se ducha. Yo no tardé mucho, pero fue lo suficiente para que cuando me estaba vistiendo Ivan ya estuviese dando golpes en la puerta metiéndome prisa. Un minuto después abrí la puerta que para sorpresa de ambos casi me pega en la cara.
-Ay que ver lo que tardas, no?- dijo él mientras bostezaba
-Pero si ni siquiera te ha dado tiempo a despertarte del todo
-¿Qué hora es?
-No se- dije mientras me apartaba de la puerta para que pudiese entrar y yo me sentaba en la cama para ponerme las vans- pero debe de ser temprano, no se escucha mucho ruido fuera
-Entonces perfecto- y cerró la puerta
-¡Pero no tardes!
   Abrió la puerta un poco para asomar la cabeza y mirarme, suficiente para captar su mensaje. Acto seguido cerró la puerta. Cogí la guitarra y me fui a un patio interno del edificio. Cuando llegué no había nadie, me alegró saber que podía estar tranquilo y que nadie me molestase. Como siempre empecé tocando mis canciones y acabé componiendo algo nuevo. Para mi sorpresa sonaba bien, mejor que lo que me salió la última vez. Quise apuntarlo pero no tenía nada a mano, así que volví de nuevo a mi cuarto cruzándome con multitud de chicos que iban al comedor a desayunar. Cuando giré el pasillo para ir a la habitación me encontré con Ciara que llevaba una caja verde en la mano.
-¡Eeey! Por poco nos chocamos otra vez- le dije recordando nuestro primer encuentro
-Si, pero esta vez habría sido peor, ¿venís a desayunar?
-Claro, voy a ver si Ivan ya está listo, sino voy yo solo
  Como sospechaba no había acabado de ducharse. Deje la guitarra y le di dos golpes en la puerta
-¿Te queda mucho? Nos están esperando
En ese momento abrió la puerta y salió con la toalla liada en la cintura
-Solo tengo que vestirme
-... hasta ahora- dije mientra salia de la habitación
Cuando llegué al comedor divisé la mesa de siempre y allí estaban Alex en frente de Amanda, y al lado de esta Ciara que inspeccionaba su comida. Cogí mi bandeja y me dirigí a la mesa, sentándome a la derecha de Alex.
-¿Y Ivan?- me preguntó Amanda
-Ya sabes lo que tarda, ¿Y Ciara? La he visto sentada hace un momento
-A ido a...¿a donde ha ido?- preguntó dirigiéndose hacia Alex que se encogió de hombros
En ese momento se sentó Ivan-Ya se que me echabais de menos.
-¿Pero como que estás ya aquí?
-Te dije que solo me tenía que vestir
Lo miré como cosa perdida y volví a prestarle atención a mi comida, pero un pastelito se interpuso en mi visión. Alcé la mirada y Ciara estaba sentada en frente con una gran sonrisa
-Eeeeh! ¡¿Qué es eso?! Yo también quiero- dijo Ivan mientras alargaba la mano para cogerla, pero le di un tortazo en la mano
-¡Aparta tus sucias manos de mi pastelito!-dije mientras lo cubría con mis brazos
-¬.¬ me acabo de duchar
-¿Es una manzana?- preguntó Alex
-Yo diría que una magdalena- aportó Amanda
-Me da igual, ¡es mio!
-¡Tanquilos!-interrumpió Ciara entre risas- que tengo para todos.
De la caja verde que le había visto antes sacó una magdalena para cada uno. Nos las reservamos para el final y las probamos todos a la vez. Me quedé sin palabras de lo buena que estaba
-Bueno, por vuestras caras diría que os gustan
-Entonces deberías saber que nos tienes que dar una caja llena- dijo Alex con la boca llena
-Eso no te lo crees ni tu- dijo mientras sacaba la lengua teñida de rojo por el azúcar.

martes, 6 de marzo de 2012

IX

  Fue muy fácil enseñarla, aunque tampoco es que sea necesario una gran habilidad para mantener el equilibrio en una patineta. No me llevó mas de cinco minutos convencerla para que se tirase por una rampa, pero con la condición de que la parase una vez hubiese bajado.
-¿Ves? no es para tanto, baja un par de veces más mientras llamo a Amanda
-¿Es del todo necesario?
-Si, que tu no la conoces como yo
No tardé mucho en encontrar a Amanda, de hecho, la vi en cuanto bordee la rampa. No llamarla porque estaba en el medio tubo y estaba a punto de tirarse. Me acerqué mientras se lucía ante los ojos de Ivan y Alex.
-Bravo, ni Rodney Mullen podría hacer eso- le dije mientras le daba un aplauso irónico cuando acabó
-Tu a callar y sigue con lo tuyo
-Pues eso hago, vengo a llamarte para que veas.
Cuando dimos la curva para ver la rampa nos paramos en seco. Ciara estaba tumbada boca abajo y el patinete estaba volcado a unos cinco metros. Yo me quedé helado sin moverme sintiéndome culpable por haberla dejado sola, mientras Amanda corría hacia ella y le daba la vuelta.
-¡Oliver! ¡Qué demonios haces! ¡Ven y ayúdame!
Me acerqué tembloroso mientras Amanda le apartaba el pelo de la cara y Ciara nos sorprendía con un gran...
-¡¡¡¡BUUUU!!!!
Se puso a reírse como si fuese lo más gracioso del mundo mientras yo volvía al mundo real y Amanda la insultaba. Después de un rato Amanda empezó a reírse con ella pero a mi seguía sin hacerme mucha gracia.
-Pero venga hombre, que solo ha sido una bromita- consiguió decir Ciara entre risas
Se puso de pie y cogió la patineta. Un flash vino a mi cabeza como una imagen totalmente real. Me imaginé que ahora con la gracia se caía y se hacia daño de verdad, pero antes de poder decirle nada ya estaba bajando la rampa. Por suerte no le pasó nada y puede quedarme relativamente tranquilo. Estuvimos en el skate park un rato más como al principio, pero esta vez Ciara nos miraba desde donde estaban las chaquetas y demás.
  La verdad es que fue una tarde bastante buena y después de la cena nos volvimos a reunir en la sala principal junto a otros grupos de chicos. Nos estuvimos haciendo fotos que después estuve revisando en la cama antes de dormirme. Llegue a la que me hice con Ivan y Alex poniendo caras y como esa fue la primera iba a apagar la cámara, pero me acordé de la del concurso así que pasé a la siguiente foto. En lugar de salir la  de la lata salió una mía volando con la patineta en la mano. Bajé la cámara y me puse a pensar de donde podía haber salido esa foto. Estaba claro que me la tenía que haber hecho Ciara cuando estuvo al lado de las chaquetas.

domingo, 4 de marzo de 2012

VIII

  La zona de skate estaba casi desierta, solo había un grupo de tres chicos que tenían pinta de llevar allí todo el día a juzgar por sus piernas llenas de heridas. Los convencimos para que nos dejasen toda la pista, y creo que más bien le hicimos nosotros un favor a ellos. Ivan fue el primero en probar la pista, y la calentó con la primera caída, que fue un tanto aparatosa pero nada grabe. Mientras Alex se lo llevaba fui el segundo en probarla, y no, no me caí, aunque solo me tire por una rampa para probar el nuevo long, que iba como la seda. Amanda, como de costumbre, nos quitaba las tablas a los demás y decía que así se aseguraba que su tabla era la mejor. Típico de ella. Después de una media hora me percaté de que Ciara ni siquiera había tocado una tabla, es más, la había perdido de vista.
-Ey Amanda!
...Se cayo al suelo y me dirigió una mirada fulminante
-¡De qué vas! Te he dicho miles de veces que no me hables si corro el riesgo de caerme ¬-¬
-Ay perdona... pero deja de estar tan pendiente de regañarme y estate más pendiente de tu amiga.
-¡Pero si está ahí mismo- dijo señalando al aire
-Ah! es que no la había visto- dije sarcásticamente
-¿Dónde se habrá metido?- dijo mientras me cogía la mano y la ayudaba a levantarse-¡¡¡¡Ciara!!!!
-¿¡Qué!?- se escuchó a lo lejos mientras de la nada emergía una cabeza de pelo rubio
-¿Qué haces ahí? si hemos venido es para patinar un rato, TODOS
-Em.. si bueno, pero yo no se
-Si eres mi aprendiz para surf, también lo puedes ser para esto
-No, déjalo, no importa- y volvió a desaparecer
-Qué le habrás hecho en surf que te tiene miedo- le dije a Amanda bromeando
-¡Yo no puedo evitar que se caiga!
-Pues Luis no se cae...
-¡Pues enseñala tu!
-¡Pues vale!
-¡Pues venga!
-¡Pues voy!
  Me di cuenta de lo absurdo de mi argumento, más que nada porque no tenía. Luis me dijo que ya había recibido clases de surf, y además de él, no había enseñado a nadie a hacer algo. Me la encontré sentada en el suelo apoyando la espalda contra el lateral de una rampa leyendo un libro.
-¿Qué haces?- me senté frente a ella que bajó el libro cuando le hablé y me miró
-Estoy parando el tiempo- debí de poner cara de desconcierto porque continuó diciendo- leyendo, estoy leyendo.
-Ya pero, ¿qué lees?
-Pues lo primero que he encontrado en la maleta, las rimas de Bécquer
-Anda, ¿te gusta la poesía?
-Bueno.... me gusta Bécquer- dijo con cara de satisfacción
-Pues siento interrumpirte pero, te tengo que pedir un favor- y como no dijo nada continué hablando- tienes que dejar que te enseñe a patinar
Se sorprendió ante mi petición y antes de que me pudiese decir nada le expliqué Amanda con su poder de persuasión me había llevado aquello.
-Entonces... ¿tengo que arriesgar mi vida para que Amanda no te lo esté echando en cara? Entonces te alegrará saber que sé patinar
-¿En serio?
-Sí, pero no te emociones, que solo se con patines
-Bueeno... en algo se parecerá, con que bajes una cuesta sin caerte me vale- me levanté y le ofrecí la mano. Vi algo de duda en su mirada, pero debí inspirarle confianza porque me agarró la mano.

viernes, 2 de marzo de 2012

VII

  Volví al edificio un poco decepcionado, no podía perder contra Ivan, me lo estaría echando en cara toda la vida. Aun quedaba una hora para comer y como no tenía nada mejor que hacer cogí la guitarra. Me apetecía tocar algo nuevo, componer algo, pero no me venía la inspiración, así que al final toque un par de canciones de mi repertorio. Cuando llegué al comedor ya estaban todos en la mesa
-¡Míralo! Estas siempre perdido- me dijo Amanda con una amplia sonrisa
-Perdonad, estaba intentado componer algo
-¿Intentando? Eso es que no puedes dejar de pensar en la foto- dijo Ivan burlándose de mi- Bah, no te preocupes, si no sabes que fotografiar presentamos juntos tu foto
-No no no no, ya verás, tengo pensado algo buenísimo. En cuanto pueda le haré la foto- en realidad no tenia ni idea
-¿Aun seguís con eso de las fotos?- Nos preguntó Alex- Si nunca habéis ganado
-¡Pues por eso mismo! Siempre gana alguien de canto o de arte y esta vez vamos a ganar fijo
-VOY a ganar fijo, sin necesidad de presentar mi foto
-¡Bueno chicos! me aburre este tema, ¿sabéis qué? al final del campamento van a hacer una especie de competición para ver que aprendiz surfea mejor
-Mierda...-interrumpió Ivan
-¿Y eso para que?
-No se, a mí me lo han dicho, será para que nos esforcemos- Amanda se encogió de hombros
-Bueno ahora me aburro yo- dijo Alex- entonces esta tarde, ¿a qué hora?
-Pues... en cuanto terminemos las actividades no?- sugerí yo
-OK, en la puerta cuando terminemos de ducharnos- sentenció Amanda como si fuese la jefa
  Ese día viento, y lo agradecí porque había olas buenas y Luis hizo bastantes progresos. Cuando no lo agradecí tanto fue mientras esperábamos en la entrada a Amanda. Llevaba la camara colgada al cuello por si encontraba algo que fotografiar mientras Ivan y Alex hablaban. Dejé el long en el suelo y bajé los escalones, había una lata de nestea arrugada de la cual salía un tallo verde. Materia viva y materia muerta, eso me serviría de momento. Le eché la foto y volví a la puerta donde me encontré con Amanda y su aprendiz de espaldas a mi.
-Bueno, Ivan Alex, esta es Ciara- escuché la voz de Amanda presentar a su amiga mientras me acercaba. Le puse la mano en el hombro a Amanda mientras me ponía junto a los chicos
-Anda como no, Ciara este es el perdido. Perdido, esta es Ciara
La miré y me encontré con unos ojos que ya conocía. Me sorprendió ver a la chica del primer día
-¡Oliver!-la voz de Amanda interrumpió mis pensamientos
-¿Eh? ¿Qué, qué?
-Que te ha saludado
-Oum... Perdona, ¿qué tal?
-Parece que mejor que tu- dijo ella riendose
-No, es que... no te he reconocido sin el sombrero- dije sonriendole por su inesperada aparición
-¿Ya os conocíais? - me miró Amanda extrañada
-Conocernos conocernos.. no, es que nos chocamos el primer día- dije cruzando una mirada de complicidad con Ciara

jueves, 1 de marzo de 2012

VI

  La cabeza me daba vueltas y aun no había salido el sol, pero pude distinguir que en la butaca había una silueta. Cuando lo miré me sobresalte dándome un cabezazo contra la pared, lo cual, no me ayudó para nada.
-¡Oye oye! Tranquilo, que no te voy a matar- dijo el extraño acercándose
-Esto... ¿quien eres?
-¿Como que quien soy? ¡Soy Alex!
Alcé la mirada y entre la oscuridad distinguí su cara
-¡Turner! Vaya no te había reconocido con tanta oscuridad
Alex Turner era otro buen amigo del campamento que conocí hace dos años. Lo conocí después de un concierto que dio con su grupo de música salido del propio campamento. Se habían juntado un par de chicos de diferentes talleres y habían formado ese grupo. Alex era el cantante y guitarrista, y he de decir que es bastante bueno.
  Resulta que después de la charla nos topamos con Alex y otros amigos, pero cuando los monitores nos echaron a las habitaciones Alex me estaba contando algo que se supone que era muy importante por lo que no podía dejarlo a medias, así que me invitó a su habitación. Pero me quedé dormido en mitad de su historia, creo que me estaba contando que había conocido a una chica pero que no le hacía el caso que él quería, la verdad es que no estoy seguro pero no me importa demasiado.
  Ya era el tercer día de campamento y empezaban las gymkanas de fotos. Fui con Ivan a la convocatoria para ver cual era el primer tema. Para mi sorpresa, la primera foto tenía que plasmar al mismo tiempo la vida y la muerte. Teníamos tres días para pensar en algo pero en cuanto salimos por la puerta Ivan me dijo que lo teníamos ganado.
-Esto va a ser tremendamente fácil Oliver
-No creo que sea justo
-¿Qué no es justo? ¡Pero si lo tenemos a huevo! Lo injusto sería no hacerte uuna foto
-Pues no pienso participar con una foto mía, además, podemos ser más originales
-¿Más originales que un zimbie? Lo dudo mucho
-Apuesto a que podría ganarte sin presentar una foto mía
-¡Trato hecho! Pero tienes que dejar que te haga la foto.
-Que si pesado, anda busquemos a Amanda y a Alex.
  Entramos en el comedor y vimos que ambos ya estaban desayunando en nuestra mesa, así que cogimos rápido las bandejas y nos acercamos antes de que terminasen.
-¿Donde estabais?- preguntó Amanda
-Este no se, pero Oliver se va durmiendo por todos los rincones- bromeo Alex señalandonos
-Ja, ja, que gracioso
-Escuchad, ¿sabéis que me apetece hacer?- interrumpió Ivan
-Deslumbranos- le dijo Amanda abriendo mucho los ojos.
-Salir a patinar
Los tres nos miramos como si fuese la cosa más inteligente que había dicho en toda su vida.
-Por mi estupendo, tengo ganas de probar el nuevo long que hice- dije yo
-¿Os importa que invite a mi aprendiz? Es que quiero que me vea como una amiga y no como su profesora
-No será una de esas sigue modas no?- advirtió Ivan
-Nooo tranquilo.
Terminamos de desayunar y en el resto de la mañana estuvimos con las fotos para la gymkana. Cuando Ivan terminó de hacerme miles de fotos me salí fuera del edificio para buscar algo, pero lamentablemente no vi nada interesante.

V

   El segundo día de campamento no fue mucho más distinto, porque como este año había bastante gente nueva en surf los monitores empezaron desde cero y a los que ya sabíamos nos dijeron que fuéramos a nuestro aire. Amanda había mejorado muchísimo desde la última vez que la vi surfear, y eso que ya era bastante buena. Después de un rato robandonos las olas nos juntamos los tres y nos sentamos en la tablas mientras la corriente nos movía.
-¿Habéis visto? Se ha apuntado mucha gente nueva a surf- dijo Amanda muy animada
-¡Ts! Esos novatos nos van a dar el campamento, cuando se metan aquí vamos a perder muchas olas- se notaba que Ivan estaba molesto
-Oh, venga ya! ¿es que quieres todas las olas para ti?- le inquirí
-No es eso, pero seguro que la mitad de ellos solo se han apuntado por moda, se les nota en la actitud.
Nos pusimos a mirar el circulo que formaban mientras calentaban
-¿Veis aquellos dos tipos con el pelo rubio oxigenado? Por pura moda
Y la verdad, es que tenía razón, no se si la mitad, pero muchos de esos chicos no estaban allí porque les gustase el surf.
  La monitora nos llamo y nos dijo que ese año los veteranos tendríamos un aprendiz. A Ivan le tocó uno de los chicos oxigenados y a mi un chico llamado Luis que parecía interesado de verdad. Nos fueron emparejando a los chicos y luego a las chicas, pero no llegué a ver quien estaba con Amanda. 
  Cuando terminó la jornada Ivan no hacía más que hablar de que su aprendiz era un inútil. Amanda, por el contrario, nos dijo que su chica era mas simpática que buena, pero que aprendía rápidamente. Antes de irnos a las habitaciones para ducharnos decidimos quedar para cenar en la sala principal.
  Aquella noche había una conferencia obligatoria para todos después de la cena, así que no pudimos salir a darnos una vuelta. Diez minutos después de que empezara la charla, empecé a notar que estaba notablemente cansado y empecé a ver borroso. No recuerdo de que iba la charla, gracias a mi habilidad para convertirme en zombie en los momentos más inesperados, pero me desperté en una habitación que no era la mía. 

martes, 28 de febrero de 2012

IV

  En realidad, no soy único en mi especie, conozco a otro zombie, mejor dicho, a otra zombie. Cuando la conocí el verano pasado aun no había muerto, pero no tardó mucho en hacerlo. Todo pasó en el campamento al que suelo ir todos los años.
  El primer día, como todos los años, estaba ansioso por llegar y por ver a mis amigos. Siempre voy distraido mirando todo el entorno recordando experiencias pasadas pero antes de pasar por la puerta principal me estampé con alguien. Del golpe se me cayó la bolsa de ropa que llevaba en la mano, pero ella salio peor parada,   tropezó con su propia bolsa y acabó en el suelo. Antes de poder ayudarla a levantarse ya se había puesto de pie y solo pude recogerle el sombrero del suelo. Cuando le tendí el sombrero un poco avergonzado por mi torpeza le pedí disculpas pero en seguida empezó a hablar.
-No no, ha sido culpa mía, es que es la primera vez que vengo y no miraba por donde iba. Perdona no te he visto...
-Tranquila si yo también estaba distraido- le dije sonriendo
Se quedó un par de segundos mirandome como si me conociese de algo y se despidió alegremente. A mi también me sonaba su cara y vi alejarse su largo pelo hasta que una voz familiar interrumpió mis pensamientos.
-¡Ey Oliver! ¿Qué haces ahí plantado?
Me giré y vi a Ivan, uno de los chicos con los que suelo pasar esos 10 días.
-Nada, es que no te veía
-Bueno, tenemos que darnos prisa si queremos coger nuestra habitación.
Asentí y entramos en el edificio.
Mientras esperamos a que nos diesen las llaves me giré y apoyé los codos sobre el mostrador. Vi pasar unas cuantas caras nuevas pero la mayoría eran conocidas.
-Esperad un momento chicos- seguía diciendo el nuevo encargado de las llaves, que era su primer día de trabajo.
Escuché una risa familiar y miré a la puerta de entrada. Entonces vi entrar un grupo de chicas, y entre ellas, estaba Amanda. Se había vuelto a cambiar el color de pelo y lo tenía rojo oscuro. En cuanto me vio se acercó corriendo a darme un abrazo primero a mi, y luego a Ivan. Ella fue una de las primeras personas que conocí aquí, por eso le tengo un especial aprecio.
  Por fin nos dieron las llaves, dejamos todas las cosas en las habitaciones y fuimos al comedor, con los viajes largos siempre acabas muerto de hambre. El primer día siempre nos reunen a todos en la sala mayor y nos dan una charla de lo que pasará en los 10 días del campamento, pero como nosotros llevamos varios años viniendo y lo sabíamos a la perfección, nos fuimos a la playa a hacer surf por nuestra cuenta.

lunes, 27 de febrero de 2012

III

   Los primeros dos o tres días de la semana los suelo pasar bien, sin percance alguno, pero dependiendo de la semana que es acabo estando muerto o vivo. Eso de que el estrés puede matar, es verdad. Al contrario que mucha gente, yo voy a clase por la tarde, lo que ya es bastante desgratificante. Pero no es solo eso, para evitar que se me caigan los dedos tengo que ejercitarlos yendo a clases de piano, que está bien, pero te acaba agobiando no tener mucho tiempo libre. Me gusta la música y eso pero me gustaría saber que si ando muy apurado es algo de lo que puedo prescindir. Además no la dejaría de lado, seguiría componiendo mis canciones y tocandolas con la guitarra.
  A partir del jueves es cuando empiezan a pasar cosas raras, como que me despierto en el baño de un bar y al salir un encargado me dice que me prepare que el concierto está a punto de empezar. Esto me pasó hará cerca de tres semanas. Recuerdo que estaba volviendo a casa por la tarde y que en el autobús empecé a ver borroso. Por suerte estoy acostumbrado y puedo pasar desapercibido, lo único que aun no consigo controlar son las perdidas de memoria. Entre los pocos recuerdos que conservo de aquella noche están los de bagar por las calles con la guitarra sin saber a donde iba, pero conociendo perfectamente el camino. Todavía no he conseguido comprender como siendo zombie se lo que tengo que hacer, supongo que como cuando estoy vivo lo se, cuando estoy muerto lo se inconscientemente. Aquella noche tuve mucha serte porque conseguí revivir antes de dar el concierto, solo que en los primeros minutos aun andaba un poco aturdido y no pude presentarme en alemán, lo tuve que hacer en inglés con un traductor. Aun estando consciente de todo lo que pasaba creo que si mis hermanos no hubiesen grabado el concierto no podría recordar que canciones toqué, pero gracias al vídeo, se que puedo estar contento con mi actuación.

domingo, 26 de febrero de 2012

II

   Ojala hubiese un cursillo para aprender a ser zombie, si existiese me habría ahorrado mucho tiempo. Al principio no sabía que hacer cuando me daban los ataques y empezaba a notar los cambios, lo que yo hacía era luchar por mantenerme con vida, pero con el tiempo me di cuenta de que es algo que no puedes evitar. Básicamente lo que tienes que hacer cuando empiezas a ver borroso (síntoma de que vas a morir) es relajarte, así la transformación es mucho más rápida y no lo notas. A pesar de lo que la gente puede pensar, el hecho de ser un zombie no ha cambiado nada mi vida con respecto a temas importantes, como mucho, que me he tenido que dejar el pelo más largo. Aquí donde vivo hace bastante frío y me acostumbre a llevar gorros de lana, pero como cuando soy un zombie no soy consciente de muchas cosas los acababa perdiendo, así que opté por no cortarme el pelo. La verdad es que lo único que ha cambiado es la forma que tiene la gente de verme, cuando soy yo está bien aunque se ve que están todos muy pendientes de mis reacciones, pero cuando me transformo su actitud cambia por completo, se alejan de mi, me miran con miedo y en ocasiones, he llegado a conocer gente que sale corriendo. En realidad no me importa porque esto me pasa con la gente que no conozco mucho, y si no me caen bien, no tengo necesidad de ser grosero. Por el contrario mis amigos están encantados con mis transformaciones, si se me cae un brazo, son los primeros en ir a buscarlo, aunque esto no es que me pase todos los días claro está.
   Bueno, ya está bien de hablar de los pros y los contras de ser un zombie, a partir de ahora, os contaré como es la vida de un zombie

sábado, 25 de febrero de 2012

I

    Me di cuenta de que era un zombie cuando tenía 15 años. Fue volviendo a casa una noche que había salido con los amigos cuando me quedé dormido. Puedes pensar que soy sonámbulo pero eso no explica por qué me atropellaron y aun sigo vivo. Lo último que recuerdo de aquella noche es que estaba esperando el autobús sentado en un banco, y al parecer me quedé dormido debido al cansancio acumulado. En la cinta de una cámara de seguridad se ve como después de 15 minutos sin moverme en el banco me incorporo y me dispongo a cruzar la calle, pero no como una persona normal, iba encorvado y arrastrando los pies. No se por qué me levante, ni siquiera lo recuerdo, pero cuando bajé de la acera el autobús me embistió fuertemente. Volé por los aires varios metros, tantos que me salí del plano de la cámara. Lo que pasó en las dos semanas no lo recuerdo demasiado bien, pero según me han contado, cuando el conductor me tomó el pulso ya estaba muerto. Lo extraño es que entre los pocos recuerdos que me quedan de aquella noche hay uno que no se va, recuerdo perfectamente estar tendido boca abajo en la carretera, palpar con la mano izquierda el asfalto e incluso, escuchar llegar a la ambulancia. La versión de los médicos es que estuve vivo y muerto al mismo tiempo durante dos semanas, lo mismo tenia pulso, que lo mismo no. Ahora tengo 18 años y lo crean o no, ser zombie tiene sus ventajas. Es verdad que a veces es incomodo porque puedo perder un brazo cuando toco la guitarra o una pierna cuando hago surf, pero está bien porque si pierdo el control haciendo skate se que no me haré daño, puedo partirme la pierna, pero en seguida me la recoloco. Lo único que echo de menos es que la gente me trate como una persona normal.

PRO.

   Todo el mundo a oído hablar de los zombies, que son muertos vivientes que comen carne humana y que si te muerden estás perdido. Este mito me empieza a cansar debido a mi posición. Me llamo Óliver Yin y a veces, solo a veces, soy un zombie.